El anuncio de la salida de Trillo como embajador de España en Reino Unido sorprendió a los familiares de los 62 militares fallecidos en la tragedia del Yak-42, debido a que no esperaban que el movimiento fuera tan rápido después de que el presidente Mariano Rajoy restara anteayer importancia al dictamen del Consejo de Estado. Un relevo que les satisface, si bien no comparten las formas, tal y como señala José Antonio Gracia, que perdió a su hermano Santiago, capitán especializado en la desactivación de explosivos (Tedax).

En declaraciones a este diario, Gracia lamentó que el cese «sea camuflado» porque «siguen en sus trece de protegerle». «Espero que de Londres no sea recolocado en ningún puesto que represente a los españoles porque no somos como él, no traicionamos, no mentimos ni echamos las culpas a los demás cuando cometemos errores».

No obstante, Gracia valoró el gesto de la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal de recibirles. «Le mandamos un burofax por la tarde y hoy por la mañana -por ayer- ya nos ha dicho que nos atiende», destacó, mientras resaltó de forma positiva que vaya a comparecer motu proprio en el Congreso. No obstante, Gracia reconoció que espera «que pida perdón, que no quede todo en un simple gesto». «Si no sirve de nada, seguiremos peleando, llevamos 13 años luchando y no nos cansamos de hacerlo», matizó.

El presidente de la asociación de víctimas, Miguel Sencianes, valoró en sentido parecido la decisión. Se negó a que la retirada de Trillo sea «enmascarada» en un relevo general, sin que se admita que es por la «indignidad» para el cargo de representación de España. Sencianes ha de mantener una reunión con la asociación para consensuar sus peticiones a Cospedal, que se basarán en que «haga suyo» el informe del Consejo de Estado.