Volotea va a gestionar la primera apuesta de la DGA por ampliar la oferta del aeropuerto de Zaragoza, pero solo en periodo estacional, de junio a noviembre. Su adjudicación permitirá operar con dos destinos, Múnich y Venecia que tiene su explicación en cifras igualmente contundentes. Los 94.796 turistas registrados el año pasado de Italia y Alemania en Aragón tienen la culpa de esa apuesta para probar nuevas líneas con ciudades con las que no había conexión directa. En el último año llegaron 53.047 procedentes de Alemania y 41.749 de Italia, tercer y quinto país que más demanda potencial ofrecen para captar visitantes.

Cada año se ofrecerán 25.500 asientos por ruta para unos destinos que, en Alemania, se calcula que hay 1.500 emigrantes residiendo allí y que, como mínimo, también realizan un vuelo al año entre ambos. Así que este país era una opción preferente por el potencial que ofrece para llevar hasta tierras bávaras toda la oferta turística aragonesa, especializada, sobre todo, en el patrimonio, la gastronomía y los espacios naturales.

En el caso de la ciudad alemana, se estima que cada año la ruta de Zaragoza podría mover entre 15.600 y casi 18.000 viajeros, lo que permite confiar en un retorno económico que podrá superar con facilidad los 1,5 millones de euros cada año.

En el caso de Italia, tener ya una conexión con Bérgamo, a través de Ryanair, no eximía de explorar nuevos mercados en la región del Véneto, al norte del Adriático y siempre un destino apetecible para los aragoneses. Sin embargo son los 83.000 turistas y 1.300 emigrantes a los que puede dirigirse esta apuesta.

Se calcula que el 60% de los desplazamientos será para disfrutar de unas vacaciones y solo el 15% por trabajo, pero el potencial, de unos 15.600 pasajeros al año, le convierte en un objetivo interesante. Más para vender Aragón en el país transalpino. D. L. G.