Poco más de tres horas pasó ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en Zaragoza. Llegó al punto de la mañana a la estación del AVE y se trasladó al cercano hotel Hiberus para participar en el desayuno informativo organizado por el PP en Aragón. Estuvo arropado por casi todos los cargos electos de la formación y se zafó con elegancia de las críticas que desde la DGA han hecho sobre su presencia en la comunidad. «Si alguien se ha sentido molesto pido disculpas, pero no hay lugar para la desconfianza», afirmó.

De la Serna reiteró que el acto no era institucional después de que el consejero de Vertebración, José Luis Soro, se mostrara sorprendido por no haber sido avisado de la llegada del popular. Algunos de los invitados que participaban en el desayuno señalaron en petit comité que esa práctica era habitual entre los responsables de la DGA en sus viajes por el territorio.

Los empresarios, el rector de la Universidad de Zaragoza, los delegados del Gobierno en las tres provincias o el Justicia de Aragón escucharon atentos los datos aportados por el que fuera alcalde de Santander. Desdoblamientos, ramales, apeaderos y viaductos en la jornada en la que se cumplían 15 años de la inauguración del túnel de Somport.

Tras los discursos una salida precipitada para acudir a otro acto en Sant Feliú de Guíxols. Y a pesar de sufrir el frío de la estación de Delicias indicó que no se contempla una mejora de su calefacción. «Hay que mirar las cosas con ojos positivos: ahora llega la primavera», bromeó.