A grandes males... imaginación. O voluntarismo. O patrocinios. Son algunas de las fórmulas que los grandes ayuntamientos de la comunidad han utilizado este año para capear las consecuencias de la crisis y organizarles a los Reyes Magos un recibimiento como merecen. Diseñar las cabalgatas y hacerlas atractivas requiere un esfuerzo presupuestario, que, en las actuales circunstancias, resulta difícil de acometer. Como en toda partida municipal que se precie, las destinadas al evento navideño por antonomasia también han sufrido los recortes propios del momento.

Aunque no en todos los casos. Paradójicamente y mientras los ayuntamientos de Huesca y Teruel sí han tenido que rebajar las cuantías dedicadas al real evento, el de Zaragoza --que, eso sí, ya redujo el presupuesto en ediciones anteriores, pues en época de vacas gordas llegó a gastar 140.000 euros-- mantiene los alrededor de 94.000 que costó recibir a Sus Majestades en el 2012. No solo eso. La cabalgata zaragozana del 2013 fue ayer más grande que nunca.

CAMPAÑA GLOBAL Jerónimo Blasco, consejero de Cultura, lo atribuye a varios hechos. El principal, "la aportación de la iniciativa privada", que, pese a las dificultades económicas, ha acudido a la llamada del consistorio para patrocinar, además del desfile, toda la campaña de Navidad. Zaragoza engloba todos los actos relativos a este periodo del año como parte de una misma oferta, de modo que, en este caso, la Navidad de la capital aragonesa regala a vecinos y visitantes una programación conjunta. Su aspiración es que el centro de la ciudad no pierda tirón con respecto al creciente atractivo que suponen los grandes centros comerciales --uno de los cuales colabora en el patrocinio de las navidades en la ciudad --. "Y nos ha ido bien", sentencia Blasco.

De hecho, en la cabalgata de este año "ha aumentado la participación", asegura el responsable del área de Cultura. Hasta 450 personas desfilaron ayer por las calles de la capital aragonesa, 150 más que el año pasado. Y lo hicieron sobre 4 carrozas nuevas. También ayuda el hecho de que, salvo los técnicos y grupos de animación profesionales, a quienes ya se rebajó el caché en su día, el resto de participantes son voluntarios y, en consecuencia, no cobran.

Blasco, en cualquier caso, saca pecho del que puede considerarse acto estrella de entre los más de 300 que organiza el ayuntamiento. "Las cabalgatas de Madrid y Barcelona cuestan 10 veces más que la nuestra, y, desde luego, no son 10 veces mejores", afirma. Todo lo contrario. "La nuestra --apunta Blasco-- atrae a mucho público y turistas, además del tirón que representa el hecho de ser retransmitida por televisión".

También fue ayer objeto de atención televisiva la cabalgata de Huesca, en donde su ayuntamiento ha apelado a "la participación y el trabajo voluntario de mucha gente, para que el desfile no desmerezca nada ediciones anteriores". Así se expresaba ayer la responsable de Fiestas del ayuntamiento oscense, Gemma Allué, cuya área ha destinado este año 39.000 euros a recibir a los Reyes Magos, 11.000 menos que el año pasado. Eso no impidió que, liderados por el grupo Lagarto Lagarto, otros colectivos infantiles, juveniles y parroquiales desfilasen en el que, a juicio de la responsable municipal, "es el acto que mejor trabajan de manera conjunta las diferentes entidades de la ciudad". En la recepción real participaron más de 300 personas.

Algo parecido ocurre en Teruel. Su ayuntamiento se ha visto obligado este año a recortar de 21.000 a 13.000 euros la asignación municipal a la cabalgata y al conjunto de actos que tienen lugar durante este mágico fin de semana. Para empezar, el número de participantes en el desfile de los Reyes Magos iguala al de Zaragoza. "Y no desmerece nada lo que se ha hecho otros años", asegura orgullosa Rocío Casino, concejal de fiestas del consistorio turolense. "Lo hemos conseguido --añade-- echando mano, sobre todo, de la integración de todos los colectivos implicados, que han hecho un gran esfuerzo para reducir el presupuesto: asociaciones vecinales, comerciantes, barrios rurales, empresarios,...". La edil cuenta, además, que "los 8.000 euros que no gastomos son ahorro para la ciudad de Teruel".