La sentencia cuenta con el voto particular de Alfonso Ballestín, uno de los tres miembros del tribunal que juzgó a los acusados. Este magistrado, presidente de la asociación progresista Jueces para la Democracia en Aragón, considera que el único condenado debería haber sido el exgerente, Ricardo García Becerril. Entiende que Agapito Iglesias y Carlos Escó deberían ser absueltos. De hecho, llega a asumir el argumento del exviceconsejero socialista de la DGA, quien apuntó que su labor era solo la de enlace entre la empresa pública y el Ejecutivo. En el caso del constructor soriano, Ballestín señala que "no quebrantó ninguna normal penal por haber cobrado una cantidad que le correspondía".