La irrupción de nuevas formaciones políticas en la oferta política en Aragón ha tenido sus consecuencias sobre lo que hasta ahora se consideraba voto de protesta o de aquellos que, deseando votar, no encontraban su opción entre los partidos. Ha sido el caso, sobre todo de Zaragoza, donde esta papeleta rebelde (votos en blanco y nulos) se ha reducido espectacularmente, en más de un 40%, lo que podría interpretarse como un descenso del número de ciudadanos que no se considera representado políticamente.

Aunque objetivamente no se puede establecer una relación directa de causa-consecuencia, lo cierto es que parece que, al menos en el caso de la capital aragonesa, la nueva formación de unidad Zaragoza en Común, que ha irrumpido en el consistorio con el 24,57% de los sufragios y que podría ostentar la alcaldía, habría capitalizado ese voto de descontento de las pasadas elecciones.

En realidad, ese y mucho más hasta sumar los 80.040 sufragios obtenidos el pasado domingo y que pasan también por haber captado todas las papeletas de los antiguos votantes del PSOE y CHA, que han perdido respectivamente 26.000 y 7.000 apoyos. Junto a los sufragios de IU (más de 25.000 en las pasadas elecciones) y los antiguos decepcionados con el sistema, la formación ha configurado un electorado que casi logra ser la lista más votada en la capital.

PARTICIPACIÓN SIMILAR

Lo cierto es que este año --y a pesar de la sensación global de movilización ciudadana-- la abstención ha sido casi idéntica: si en el 2011 un total de 172.979 personas decidieron quedarse en casa, el pasado domingo lo hicieron 173.193, porcentualmente casi el mismo dato. Sin embargo, la suma de votos nulos y en blanco se reduce en un 42%, pasando de 16.148 a 9.308, es decir casi 7.000 menos, de ciudadanos que pudieron apostar por votar a alguna de las formaciones que se presentaban en el consistorio zaragozano. Previsiblemente, y a tenor de sus resultados, a Zaragoza en Común. En el caso de los sufragios en blanco, la reducción es de un 46%. ¿Hasta qué punto es importante esta cifra en unas elecciones municipales? Como ejemplo, el PSOE el pasado domingo se quedó a apenas 542 votos de obtener un concejal más.

Las cifras no son tan claras si se analizan los datos de las elecciones autonómicas. La abstención se ha mantenido en términos porcentuales similares, pero en cifras absolutas, 15.000 personas menos que en el 2011. También se ha reducido notablemente el porcentaje de voto en blanco y voto nulo. Un 32% contando ambas opciones, aunque en el caso de estos últimos el porcentaje asciende al 40%.

EN CIFRAS

Es decir, si en el 2011 hubo 21.678 sufragios en blanco --estos cuentan a la hora de establecer la barrera del 3% para que los partidos obtengan representación--, el pasado domingo se registraron 13.048. En el caso de los votos nulos, que no alteran el resultado electoral, la reducción también se ha dejado notar: de los 10.375 del 2011 a los 8.674 en el recuento de estas elecciones autonómicas.

En cifras globales, de las 32.053 papeletas que en las pasadas elecciones ejercieron un voto de protesta a las 21.722 de estos comicios. Es decir, 10.331 menos que podrían haber ido hipotéticamente a nuevas formaciones que han concitado ese movimiento de cambio o protesta, como Podemos.

Aunque no hay que olvidar que Escaños en Blanco (EB) que se presentaba en estas elecciones con el fin precisamente de visibilizar el voto de protesta --su programa se basaba en dejar precisamente los escaños obtenidos vacíos-- ha obtenido más de 5.000 votos. Un 32% contando ambas opciones (en blanco y nulos), aunque en el caso de estos últimos el porcentaje asciende al 40%.

Es decir, la cifra global se matiza y apenas unas 5.000 personas habrían podido encontrar su opción política en estas elecciones tras considerar que nadie les podría representar en las pasadas. Una muy pequeña parte, en todo caso, de los 135.554 sufragios obtenidos por Podemos en la cita electoral del pasado domingo.