--¿Por qué han fallado las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro?

--El pasado jueves y el viernes ya dijimos que la crecida iba a ser extraordinaria, que iba a estar entre la del 2003 y la del 2007. Avisamos con antelación de que la situación iba a ser grave. En Pradilla fue límite, pero se actuó bien, con rapidez. No se ha dejado de hacer nada que fuese necesario. Más allá de cifras concretas se ha respondido con previsión. Medir un cauce, tal y como está, es complejo. El Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) ha mostrado fiabilidad y así se le reconoce en toda Europa.

--La CHE y usted mismo han recibido muchas críticas precisamente por la mediciones, que no se han ajustado a lo previsto.

--No sé por qué se han centrado las críticas en la CHE. Los datos que hemos ofrecido se han ido ajustando a la realidad de cada momento, pero se nos ha exigido mucho. Se ha actuado bien, con eficacia y rapidez. Lo demuestra el hecho de que las consecuencias de la crecida están siendo menos importantes que en el 2003 y el 2007.

--¿Por qué se han producido cambios entre los datos de unas zonas y otras?

--Eso se está estudiando. Lo diremos una vez pase la riada. Las hipótesis se están analizando.

--Dadas las críticas, ¿se ha planteado dimitir?

--Dimitir ahora sería una irresponsabilidad. Veo mucha crítica política, hay quien ha aprovechado la riada para sus intereses. Es una situación complicada y todos deberían arrimar el hombro en lugar de desgastar.

--¿Cree que las críticas políticas se deben a que su cargo es fruto del pacto entre PP y PAR?

--Esta institución se rige por un acuerdo político entre PP y PAR. Pero mi objetivo es hacer un trabajo profesional, y voy a dar la cara, a dar las explicaciones que sean necesarias y sobre todo a ayudar a los municipios. La gestión que se está haciendo es difícil de superar.

--Usted es también candidato a la Alcaldía de Zaragoza por el PAR. ¿Le puede pasar factura?

--No pienso en mi candidatura. La prioridad es la gestión de la crecida. Me centro solo en mi trabajo. A mí me pueden exigir lo que consideren y daré todas las explicaciones necesarias.

--¿Se arrepiente de no haber dimitido para centrarse en su candidatura?

--Dimitiré dentro de poco. Mi etapa toca a su fin, pero estaré hasta el último momento gestionando la crecida y esta institución. Es mi obligación.

--¿La cercanía de las elecciones complica la gestión?

--El debate es más complejo, claro. Pero debería primar la solidaridad y todos tendríamos que ser más colaborativos para solucionar los problemas.

--¿Por qué no se limpia el río?

--Cuando vienen las riadas todo el mundo quiere limpiar. Pero en el momento en el que se pasan nadie colabora y se hacen leyes que prohiben tocar el río. Se impone la legislación estatal y la de las comunidades autónomas, y la realidad es que no se puede dragar porque está restringido. Hemos actuado donde hemos podido. Ahora es fácil decir que tiene que limpiarse el río, pero luego nadie se implica. Esa es la realidad.

--¿La limpieza es la solución?

--Ayudaría mucho. En mi opinión la protección de los municipios debería primar por encima de la protección ambiental. Existe un blindaje sobre el río y estamos atados de pies y manos. No podemos actuar en muchos tramos. De hacerlo las afecciones para la gente serían menores.

--¿Y por qué no se sientan a hablar unos y otros y buscan una solución?

--Falta comunicación. Se debe garantizar la seguridad de los municipios, con cautelas ambientales, pero sin restricciones. Ahora mismo los trámites son muy complejos y las actuaciones que podemos hacer, muy limitadas.