Leoncio Moreno Pérez, el conductor que embistió mortalmente a dos ciclistas el pasado domingo en Botorrita, reconoce estar "muy afectado" por las "consecuencias" del accidente en el que Enrique Comín y Alberto Martínez, de 62 y 68 años, perdieron la vida. En declaraciones a EL PERIÓDICO, afirmó que no tuvo intención de matar "a nadie" y que tiene "muchas lagunas de lo que pasó".

Este hombre de 61 años reconoció, con voz apagada, que se ha refugiado en otra residencia, no la habitual en la localidad zaragozana de La Muela, tras su puesta en libertad provisional decretada por la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, Natividad Rapún. Y es que sigue en estado de "shock" desde lo ocurrido.

Cuatro días después del siniestro sigue sin tener explicación de lo que pasó. "Tengo muchas lagunas y muchas imágenes desordenadas en la cabeza", aseveró. Sí recordó el momento en el que los cuerpos sin vida se encontraban sobre el asfalto del kilómetro 476,5 de la N-330. "Me bajé del coche e intenté ayudar", apostilla.

NO QUISO FUGARSE

Moreno Pérez también resaltó que ante semejante accidente, no dudó en quedarse allí porque "era el culpable del resultado del accidente". A pesar de ello, mantuvo que "no encuentra explicación", entre otras cuestiones, a la tasa de 0,76 miligramos por litro en aire espirado, tres veces más del máximo permitido de 0,25.

Admitió que bebió, pero que no es consciente de la cantidad porque su mente no lo tiene guardado, señala, al igual de por qué discurría por la N-330 para ir a La Muela. "¿Qué hacía yo en Botorrita a esa hora de la mañana?", se preguntó.

Aún consideró más inconcebible si cabe el accidente que tuvo horas antes en la A-23, en Zuera, tal y como adelantó este diario. La investigación de la Guardia Civil de Tráfico pudo llegar a esta conclusión tras observar las grabaciones de las cámaras de seguridad en las que se apreciaba cómo el Opel Vectra se salió de la vía y acabó colisionando contra una bionda. El choque no revistió gravedad y Leoncio Moreno Pérez continuó circulando hasta que, después de 54,4 kilómetros de trayecto, tuvo el trágico accidente.

El conductor imputado por un doble homicidio imprudente y por un delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol afirma que él solo estuvo en la capital aragonesa y que de ahí decidió marcharse a su vivienda de La Muela. "Soy el primer sorprendido de ese primer accidente, no soy de darme a la fuga, lo demostré después", apostilla.

"Igual me dormí en el coche, me confundí de carretera, no fui consciente de lo que hice", lamentó.

Sobre la polémica e indignación entre familiares y ciclistas sobre su puesta en libertad, este hombre la aceptó, si bien apuntó que "si la magistrada me ha dejado en la calle, alguna duda habrá". Pidió dejar hacer a la Guardia Civil y a la Justicia "y luego ya se verá".

Y es que la decisión judicial no es definitiva, ya que puede ser revocada a través de un nuevo auto a lo largo de la instrucción. Mientras, este hombre de 61 años tiene retirado el carnet de conducir, el vehículo está intervenido por el juzgado y tiene obligación de personarse cada 15 días ante el juzgado. La jueza justificó esta medida cautelar por la falta de antecedentes penales y el nulo riesgo de fuga.