La primera reunión transfronteriza entre España y Francia, que se celebrará en Barcelona el lunes próximo, pondrá a prueba el excelente momento en que se encuentran las relaciones bilaterales desde la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Moncloa. El jefe del Ejecutivo reclamará a su homólogo Dominique Villepin la revisión del plan de infraestructuras que el Gobierno francés aprobó en diciembre del 2003 y en el que dio la espalda a las conexiones con España en represalia por los continuos desaires del anterior presidente, José María Aznar.

Zapatero espera que su estrategia de realineamiento con el eje franco-alemán tras el giro proestadounidense de Aznar ayude a levantar el castigo impuesto por París. El plan de infrastructuras francés, que requerirá inversiones de 20.000 millones de euros, se diseñó en momentos en que las relaciones bilaterales estaban en uno de sus peores momentos de la historia reciente a causa de la guerra de Irak. España quedó prácticamente marginada en ese ambicioso programa de obras que prima las conexiones con Bélgica, Alemania y Suiza.

NUEVAS REDES Así, las nuevas redes ferroviarias prevén el trazado del tren de alta velocidad (AVE) hasta Toulouse y Montpellier, sin llegar a Perpiñán para permitir el enlace con el AVE español. Por otra parte, el plan no incluye la conexión transfronteriza con España por Irún y el centro del Pirineo, ni los seis enlaces por carretera, proyectos que figuran con carácter prioritario en el conjunto de obras que la UE plantea que se construyan en el horizonte del 2010.

Las infraestructuras constituyen uno de los tres grandes temas que se abordarán en Barcelona. Los otros se refieren a la sanidad y la competitividad. Los Gobiernos de Francia y España pondrán en marcha un plan para que los ciudadanos residentes en poblados próximos a la frontera puedan recibir asistencia sanitaria en hospitales de cualquiera de los dos países. La iniciativa se pondrá en marcha con al construcción de un hospital en Puigcerdá, localidad de 8.000 habitantes, capital de la Cerdanya (Gerona).

En lo que respecta a la competitividad, Villepin propondrá a Zapatero que España participe como socio en los parques tecnológicos que Francia pretende crear en las regiones meridionales de ese país. Se trata de una de las iniciativas más queridas por la Administración francesa, empeñada en relanzar su posición como potencia científica.