Al final, la insistencia de Zaragoza empieza a dar resultados a propósito de una controvertida obra hidráulica sobre la que el Gobierno municipal, de Zaragoza en Común (ZeC), se ha posicionado manifiestamente en contra. Se trata de las obras del recrecimiento del pantano de Yesa, cuyo retraso en los plazos previstos para su ejecución y, por tanto, la tardanza en su puesta en funcionamiento, llevó a la capital aragonesa a renegociar las condiciones económicas que tenía pactadas con la empresa estatal Acues, para la captación de agua del Pirineo para la ciudad. Una discusión sobre la que ya hay un acuerdo, pendiente solo de ratificar y rubricar por el equipo del alcalde Pedro Santisteve y que le permitirá a la ciudad ahorrarse 2,8 millones de euros en los próximos cinco ejercicios presupuestarios.

La clave del éxito está en sacar partido de ese retraso para convertirlo en ventajoso para las finanzas municipales. Retrotraerse a los compromisos adquiridos en la firma de un convenio que establecía que el próximo año el recrecimiento estaría terminado, para recordarle al Gobierno central que no es así. Y que, por tanto, la obligación de empezar a amortizar la inversión realizada ya no es tal.

REDUCCIÓN AÑO A AÑO

Así, los 2,88 millones de euros que debía pagar este año se iban a convertir en 3,6 a partir del 2017, el 100% de la cuota pactada con Acuaes para empezar a devolver la inversión realizada. Pero ya no será así tras el acuerdo alcanzado a dos bandas que deberá aprobar el Gobierno de ZeC en el próximo mes de septiembre. En este ejercicio, la empresa estatal le perdonará a la capital aragonesa 468.000 euros, ya que la cuantía comprometida, que correspondía al 80% de esa aportación anual fijada para el año próximo, se quedará en 2.412.000 euros, el 67%. Eso significa que se ahorra un 13% en el gasto consignado para este año en el presupuesto.

Pero los mayores ahorros se empezarán a notar en el 2017, cuando de los 3,6 millones de euros fijados se abonen solo 2.664.000 euros, el 74% de ese compromiso económico con el Estado por Yesa. La ciudad se ahorra con ello 936.000 euros en las cuentas del próximo ejercicio y abonará un 26% menos de lo que se había comprometido a desembolsar en el pasado.

El porcentaje de ese peaje para Zaragoza por tener recrecido el pantano de Yesa se irá incrementando progresivamente hasta el 2021, que será cuando sí se tenga que abonar el 100% de esos 3,6 millones acordados en el convenio. Cinco años más tarde de lo que en él se pactó.

Así, en el 2018, la cifra a desembolsar por parte de la capital aragonesa se elevaría a 2,88 millones de euros, el mismo 80% que ha estado pagando durante los últimos años por las obras en Yesa. El ahorro para ese año se reduce a 720.000 euros.

Para el 2019, la cuantía acordada con Acuaes se eleva hasta los 3.132.000 euros y representa el 87% de ese compromiso económico, un 13% menos de lo que debería y 468.000 euros que se evitan de las cuentas de Zaragoza para ese ejercicio.

Y en el 2020, último año con reducción, se abonará el 94% de ese peaje por la inversión, un 6% menos de lo que se había comprometido y 3.384.000 euros a abonar, con un ahorro de 216.000 euros para las arcas municipales.

UN 13,5% MENOS EN TOTAL

En total, año a año se reduce la factura por unas obras que ZeC no comparte y que a la capital aragonesa le viene bien, desde el punto de vista de sus finanzas, que no avancen al ritmo previsto. Porque dejará de gastar 2.808.000 euros que ya se había comprometido a abonar cuando se firmó el convenio con Acuaes para traer agua del Pirineo al abastecimiento de una ciudad con casi 700.000 habitantes, hace más de seis años.

En términos absolutos, la capital aragonesa habría tenido que desembolsar, de no haber revisado las condiciones económicas de este convenio, 20.880.000 euros entre los años 2016 y 2021, 2,88 en este ejercicio y 3,6 en los cinco siguientes. Ahora, con el acuerdo alcanzado con la empresa estatal, el montante global se queda en 18.072.000 euros, un 13,5% menos de la factura inicial.

Así se renuevan los compromisos económicos de Zaragoza con el recrecimiento de Yesa para los próximos cinco años, si es que en Madrid no les da por demorar más las obras en el futuro.