Zaragoza ha decidido rescatar para el ciudadano 14 de los 48 edificios públicos que en el 2015 se encontraban oficialmente en el listado del olvido. O el abandono político, aseguran desde el servicio municipal de Talleres y Brigadas del ayuntamiento, que celebran que se vaya a aligerar de su cometido el mantenimiento que cada año hacen, con medios propios, de estos inmuebles. Un 29% de ellos saldrán de esta especie de UVI del patrimonio, en la que todavía seguirán otros 34.

El último en ponerse en la rampa de despegue ha sido el de los Baños Judíos en el Coso zaragozano, cuya reapertura ya está anunciada para el 2019, año electoral, pero para los que ya el presupuesto de este año preveía una partida económica.

A estos hay que sumar otros nueve en el listado oficial que maneja la jefa de servicio de Talleres y Brigadas: la antigua Imprenta Blasco, que se va a rehabilitar con el dinero que otorgará el suelo para viviendas vendido en Valdefierro; el local de la calle Doctor Palomar que se utilizará como almacén por el Patronato de Educación y Bibliotecas; el restaurante del centro Cívico Delicias, que será una casa de juventud; la antigua Portería de La Cartuja, que se rehabilitará para oficinas y usos ciudadanos; la Casa del Director de la antigua Azucarera, como casa abierta y sede de las economías alternativas; la nave de la Ternera que completa la rehabilitación del centro del Matadero; o el edificio de la antigua policía de barrio de Oliver, también para casa de juventud; y la antigua capilla del manicomio en Delicias, ahora en obras y que se destinará a usos polivalentes.

A ellos el Gobierno de ZeC añade otros cinco. Sobre todo el de los antiguos depósitos de Pignatelli, cuya primera fase acaba de adjudicarse para ejecutar unos trabajos que conviertan la planta soterrada donde se guardaba el agua limpia en una sala de usos culturales y para exposiciones. Será una realidad, aseguran, «en noviembre» de este mismo año. Otro de los inmuebles rescatados es el de los locales del Parque Roma, que se ha decidido destinar al segundo centro municipal de servicios sociales de Delicias.

Otros dos que también incluye en sus números tienen, en parte, una lectura engañosa de la realidad, que no falsa. Por ejemplo añadir el antiguo instituto Luis Buñuel, que lleva años ya funcionando como centro comunitario autogestionado por entidades vecinales, pero solo ha abierto parcialmente. La parte cerrada ha sufrido problemas de humedades y su rehabilitación es costosa. Otro de los que incluye es el de la antigua cárcel de Torrero, okupado desde hace años pese a su mal estado de conservación, que ha obligado al consistorio a acometer una inversión de unos 300.000 euros en obras en la cubierta y la fachada. Pero también supone hacer trampas, ya que oficialmente está vacío pese a que los okupas le dan mucha vida.

La cesión del primero ya está, desde esta semana, en los tribunales. El PP y varias entidades piden al juez la anulación. Y la okupación de la cárcel seguirá el mismo camino. Los conservadores ya han anunciado que denunciarán la situación irregular.

Mientras, otros inmuebles aguardan su momento mientras su estado actual es de «prácticamente ruina», señala el ayuntamiento. Es el caso del Palacio de Fuenclara, para el que el ayuntamiento ya busca adjudicatario -en un contrato menor- que realice los estuidos geotécnicos, o el de las naves de Giesa en Las Fuentes-Montemolín, con importantes destrozos en el interior, sellada en todos sus accesos y desde hace poco tiempo con una colonia felina en su interior. La recuperación de ambos edificios, sea cual sea su uso futuro, es millonaria. Se estima en 9,5 y 20 millones de euros, respectivamente.

Mientras, al listado se ha sumado un edificio nuevo: el antiguo centro de salud de La Almozara, cedido por el Gobierno de Aragón en el 2017. Otro más al que buscarle un uso, aunque ya tiene pretendientes: se está pensando para ampliar el centro cívico, contiguo a las antiguas instalaciones sanitarias. Una salida rápida a la que todos los edificios en desuso aspiran cuando empiezan a vaciarse y que en contadas ocasiones encuentran.