La ciudad de Zaragoza se consolida como destino turístico para la Semana Santa pues se prevé una ocupación, según las reservas confirmadas a fecha de ayer, del 74,61% que pueden aumentar llegar a última hora. Pero también toda la provincia presenta datos muy favorables tal como manifestó Antonio Presencio, presidente de la Asociación Hotelera de Zaragoza

«La ocupación prevista se incrementa en 1,12% respecto al año anterior», afirmó. Además, en el resto de la provincia de Zaragoza, las reservas están en el 79.33% de ocupación, destacando la comarca de Calatayud que alcanza un 90%. «Son datos muy ajustados a lo que será la realidad de la Semana Santa aunque a última hora todavía puede haber alguna reserva más» ya que algunos turistas quedan a la espera de la previsión meteorológica. Precisamente, los últimos avances dan un buen pronóstico del tiempo, con temperaturas altas y ausencia de lluvias, lo que puede ser el broche de oro para sumar reservas.

Se confirma el atractivo turístico de las procesiones y el redoble del tambor, no solo en Zaragoza, sino también en otros puntos como Caspe, Ariza, Épila, Ateca o Ejea de los Caballeros. Pero también hay un atractivo turístico gastronómico y cultural.

Procedencia / Entre los visitantes a la provincia de Zaragoza, predominan los turistas nacionales que representan un 88,49%: catalanes, madrileños, aragoneses, vascos y valencianos. Aunque se incrementa también la visita de extranjeros --que llegan principalmente desde Francia, Reino Unido, Portugal e Italia-- respecto al ejercicio anterior, y que supondrán un 11,51%.

En total se han reservado ya 48.606 pernoctaciones desde mañana hasta el domingo que supondrán unos ingresos económicos de 1.700.000 euros. Según Jesús Boillos, secretario general de la entidad «estos datos también mejoran los del año pasado aunque el gasto medio se mantiene en 69 euros al día». Es decir, hay un mayor número de personas que están en disposición de poder viajar, pero con el mantenimiento del gasto, probablemente consecuencia de que los precios ofertados no han sufrido incrementos considerables respecto al año anterior.

La estancia media de los turistas será de 2.10 días, lo que incrementa en un 10% la del 2016. Por todo ello, «la valoración es positiva ya que supone una mejora en la mayor parte de los indicadores» afirmó Boillos.

Esta mejora generalizada es una «cuestión que suele ser tradicional cuando la Semana Santa se celebra en abril, mes en el que la climatología y las fechas hacen que las personas sean más propicias a tomar una decisión de viajar», concluyó Boillos.