El conflicto del autobús en Zaragoza sigue lejos de acabarse y, con episodios como el protagonizado ayer por Autobuses Urbanos (AUZSA) y el ayuntamiento de la capital, parece más que enquistado. Porque ambos se enfrentaron a propósito de la auditoría externa de las cuentas de la contrata, que el consistorio exigía sacar a concurso y que la empresa respondió ayer que no lo hará. Se niega a acatar la orden del ayuntamiento y el Gobierno municipal de Zaragoza en Común (ZeC) le respondió que, no solo le sancionará por incumplir los pliegos de condiciones sino que se plantea realizarla con los medios municipales. Una inspección personalizada y con lupa de sus números.

"Esperemos que la empresa no tenga nada que ocultar", advirtió el portavoz de ZeC y responsable de Urbanismo y Sostenibilidad en el consistorio, Pablo Muñoz, quien destacó que la contrata "tiene la obligación de ser transparente y cumplir con sus obligaciones" y esta era una de ellas. Lo decía el pliego, insistió, que debía analizar sus cuentas una empresa externa que se ganara el derecho a hacerlo en un concurso público. No con la asignación a dedo de este encargo y, según pudo saber este diario ayer, en una de las dos que ha entregado --del 2013 y 2014--, con firmas privadas que participaron de la elaboración de los pliegos de condiciones. "No entendemos que no atienda este requerimiento", recalcó el edil.

YA HAY PRECEDENTE

Sin embargo, el plazo terminaba hoy y la respuesta, inesperada o no, deja la patata caliente al Gobierno municipal, que ahora debe decidir entre realizarlo con sus técnicos de la casa o, como exigen los pliegos, sacar su elaboración a concurso público y repercutir luego a la empresa el coste de este contrato. Demasiado riesgo, deben pensar, con un gasto que nadie garantiza que vaya a recibir después.

Pero tampoco sería la primera vez que el ayuntamiento audita las cuentas de una contrata con recursos propios. Muñoz explicó también que "ya se hizo algo similar con la depuradora" y dando buenos resultados, dijo. Incluso desplazándose los concejales a la planta de La Almozara a comprobar que efectivamente se estaba realizando el trabajo por el que la empresa le factura al consistorio.

El gerente de AUZSA, Manuel Ramo, se defendió de las acusaciones vertidas por el consistorio zaragozano y dijo que "la empresa nunca ha escondido nada" y se justificó recordando que la empresa ha hecho una auditoría de las cuentas cada año y, de hecho, que "han aportado los recibís enviados por el ayuntamiento". La del 2015, dice, está en proceso de elaboración y tienen de plazo hasta junio.

Por este motivo, la contrata del autobús urbano solicitará en los próximos días una reunión con los responsables de Movilidad y Servicios Públicos para tratar la imposición municipal de hacer una auditoría para conocer el estado de las cuentas. "Estamos abiertos desde AUZSA a buscar una solución conjunta", explicó Ramo. El gerente de la contrata quiso destacar, además, la "voluntad negociadora" con la que acudirán a la reunión convocada el próximo martes 9 a las 11.30 en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), donde se volverán a sentar a negociar con el comité de huelga de los trabajadores.