La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza daba ayer luz verde definitiva al plan especial de Averly con el que se levantarán unas 200 viviendas en los terrenos de la antigua factoría. Un mero trámite en el que PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) sellaron la sentencia definitiva de lo que se interpreta como la «derrota política» de Zaragoza en Común (ZeC) en un asunto del que quiso hacer bandera en los tres primeros años de legislatura. El proceso, que recibió el impulso inicial en el 2013, ha tardado 5 años en rubricarse y ahora se abre el trámite de presentar el proyecto de reparcelación y urbanización.

El promotor, dueño del suelo, Neurbe (del grupo Inmobiliario Brial) tiene seis meses para hacerlo, aunque ahora sí tiene la posibilidad de simultanearlo e incluso de presentar una propuesta que podría llegar «después del verano», según las estimaciones de la propia empresa. Irá a toda velocidad con la mirada puesta en el 2020, año en el que prevé terminar los primeros pisos si comienzan las obras en el 2019.

El plan especial a ZeC le otorgaba, no obstante, la posibilidad de haber desdibujado tanto la idea inicial que el responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, se conforma con haber logrado que la separación entre los futuros pisos y los ya existentes en la calle Borao sea de «unos 40 metros», más o menos «como la Gran Vía o el paseo Sagasta». «Más bien como Independencia», apostillaba Alberto Casañal, de Cs, quien se preguntó si tras esta batalla administrativa hay «alguna deuda política con estos vecinos».

8 TOMOS DE FRUSTRACIÓN // Porque esa pelea, remarcó el PP, es la de haber «defendido las vistas desde la cocina» de una sola persona. Lo afirmó el conservador Pedro Navarro, quien arremetió contra Apudepa, la asociación que en esta lucha «ha llegado a que se le retirara el derecho a la justicia gratuita por su mala fe». Lo dice un fallo judicial, y afeaba así que ZeC hiciera bandera de su causa desde la dirección urbanística del consistorio. «Hoy es el día del 3 a 0», añadió, para referirse a que este fiasco se suma al del bloqueo a «Torre Village y al Mercadona en el colegio Lestonnac». Al mismo tiempo que le recordó que con este pulso a la propiedad privada «estuvo rozando la prevaricación». Mientras se echaban a perder proyectos, dijo, como el de la Fundación Paraíso, que pretendía llevar allí un Museo de la Industria que hoy, pese a la derrota de ZeC, parece impensable.

El Gobierno municipal vio cómo salía adelante pese a su voto en contra. Chunta también se opuso, como siempre ha hecho, y ayer definía el expediente de Averly como «ocho tomos de frustración». Los que ha acumulado en estos cinco años, con innumerables documentos, informes, fallos judiciales, alegaciones y un largo etcétera de palos en la rueda de las viviendas. Aún así, la nacionalista Leticia Crespo recriminó a ZeC su «falta de audacia», porque podía «haber pactado con la propiedad que legítimamente tenía derecho en este emplazamiento», y su empeño en negociar en solitario. Su voto ayer era «por coherencia».

EL FUTURO, «VAGO» // La socialista Lola Ranera incidió en esta misma idea: «El Gobierno no ha sido valiente», reprochó, quien consideró que «se ha intentado judicializar el proceso quitándose el balón de encima». En su opinión, se pudo haber catalogado toda la factoría y ahora, ya rendido a la evidencia, ni siquiera ha preparado un proyecto para ese porcentaje de la propiedad que acabará en manos del consistorio. «En el 2014 había un proyecto claro. El de hoy es vago».

Sin embargo, le tocó a Muñoz sacar pecho de lo que ha mejorado de ese plan especial, lo que ha ganado la ciudad. Como obtener más de mil metros cuadrados en dos bajos, para usos ciudadanos, y otros 4.000 edificables en una parcela pegada a la calle Borau que el concejal de ZeC propuso dedicar a una «residencia de estudiantes». Será en un entorno, añadió, alejado del diseño de «urbanización elitista» que tenía.

Otro logro es la alineación de los pisos junto a Escrivá de Balaguer, con un máximo de 11 alturas más ático, y no 19. «¿Derrotado? Sí, porque tres partidos votaron a favor y nos vencieron a ZeC y a CHA. ¿Se sienten orgullosos de haber derribado el 90% de la factoría?», preguntó. La demolición fue el «desastre». «La historia nos juzgará a todos».