El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) presentó ayer a los grupos municipales el borrador del anteproyecto de reforma de la Policía Local de Zaragoza, un plan de 36 páginas que apuesta por un Cuerpo de perfil más social que represivo, de prevención de conflictos y mediación ciudadana.

Los ambiciosos objetivos de ZeC incluyen lograr evitar la aparente contradicción entre unos niveles de delincuencia cada vez más bajos y una percepción de inseguridad ciudadana estable, incluso creciente. Para ello apuestan por la mediación y el acercamiento de los agentes a la calle, a pie, en un remedo de la Policía de Barrio que impulsó el PP y fue diluyendo el PSOE, con un progresivo cierre de cuarteles.

Esto iría también encaminado a mejorar la imagen del Cuerpo, y así puede entenderse la reforma de la Unidad de Apoyo Policial Operativo (UAPO), cuyos 120 agentes se pondrían un uniforme convencional pero seguirían reforzando lo necesario. El documento incluye siete líneas maestras con algunas medidas.

La apuesta de ZeC es «un modelo de proximidad estratégica», recueperando la proximidad de los agentes en patrullas a pie, compensando la incapacidad de grandes despliegues (por falta de efectivos) con la formación y «adaptación a la realidad social».

Este modelo de proximidad incluye un progresivo refuerzo de los sectores, un trabajo coordinado con los agentes sociales de cada zona, formación y protocolos acordes al nuevo paradigma.

Para ello, en septiembre prevén empezar cursos específicos para mandos, y una primera prueba piloto del sistema en un barrio, con un mando y dos turnos de parejas policiales, que se iría extendiendo.

En este apartado se incluye la integración de la actual UAPO en «una unidad de refuerzo flexible». Sus principios son en realidad los mismos que la actual UAPO, «reforzar la actuación del resto de unidades cuando esto sea necesario», y tendrá «la misma estructura, calendario y condiciones laborales de la actual UAPO». Pero eso sí, llevarán el mismo uniforme que todos, se potenciarán las actuaciones de prevención y proximidad y preferentemente patrullarán a pie, en parejas.

La participación ciudadana en el modelo se concretará con jornadas y mesas de trabajo, además de la participación de «los colectivos más vulnerables, que habitualmente no contribuyen al discurso de lo que genera inseguridad».

En materia organizativa, ZeC apuesta por reducir los cinco sectores de actuación de las patrullas a tres, como los cuarteles (Picasso, Palafox y La Paz) de forma que el Norte agruparía la margen izquierda (como ahora), el centro reuniría dos de los actuales (Casco Histórico, Centro, Delicias, Universidad y La Almozara) y el Sur, a Casablanca, San josé, Las Fuentes, Miralbueno, Oliver-Valdefierro y Torrero-La Paz.

Esta agrupación permitiría organizar mejor el trabajo en una plantilla con una grave falta de efectivos, con 261 vacantes de 1.306 puestos de plantilla.

ZeC quiere mejorar la imagen del cuerpo y la transparencia en sus actuaciones de cara al ciudadano, con mayor atención a este y con mayores controles internos.

Para ello, los ejes de actuación incluyen la implementación de un proceso participativo, para que los ciudadanos puedan opinar sobre el modelo de intervención policial y las necesidades de cada barrio.

También se pretende reforzar la Oficina de Atención al Ciudadano, con informes periódicos y análisis de las quejas.

También quieren inscribir al Cuerpo en el Programa de Identificación Policial Eficaz (PIPE), para evitar que las cada vez más frecuentes identificaciones ciudadanas se basen en «criterios étnicos» y prejuicios. Para ello habría normas, formación e información al ciudadano sobre sus derechos y deberes.

La mejora de imagen abarcaría la participación en el proframa europeo Just & Safer Cities for all (Ciudades más justas y seguras para todos), para prevenir el discurso y los delitos de odio, la violencia urbana y para favorecer la convivencia..

En cuanto a fiscalización interna, se crearía un comité de ética, «un espacio consultivo y propositivo» para analizar y seguir las actuaciones policiales, conformado por mandos policiales, el Justicia de Aragón, enlaces ciudadanos por barrios y «asociaciones especializadas» de la ciudad.

Según los análisis en los que se basa ZeC, «la percepción de inseguridad en un territorio tiene más que ver con la existencia de conflictos de convivencia que con haber sido víctima de un delito». Para arreglarlo, apuestan por la prevención de la violencia y los situaciones de riesgo, desde una perspectiva inclusiva.

En este apartado se incscibiría la Unidad de Mediación (UM), con agentes que resolverían conflictos «de forma confidencial, neutral y con total imparcialidad», formados a través del convenio firmado con la Universidad de Zaragoza. La UM estaría formada por 12 personas (dos de ellas oficiales) que actuarían tanto en situaciones puntuales de conflicto vecinal como en colaboración con entidades sociales y colectivos vecinales.

También se reforzaría la figura del enlace ciudadano, un representante del sector en permantente contacto con las asociaciones vecinales para comunicar los conflictos. Podrían ser agentes en segunda actividad.

En esta línea de actuación también cabrían la formación para atenciones domiciliarias a dependientes ante cualquier contingencia (tarea que ya realizan, ha comprobado ZeC, con hasta 400 intervenciones anuales) y la asunción de competencias de protección animal por parte de la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC).

Como la principal competencia de la Policía Local seguirá siendo el tráfico, y el de vehículos va por buen camino (con continuas reducciones de la siniestralidad), se trataría de reforzar la atención a la movilidad sostenible que quiere impulsar ZeC, a pie y en bicicleta. Para ello «se plantea» la unidad ciclista, «siempre que no implique una merma de funciones», y se darían «directrices claras» para que las sanciones se adecuaran a la peligrosidad del vehículo. Se entiende que las multas serían menores para bicis y peatones.

En este punto también se potenciarían las campañas de información de Seguridad Vial.

El anteproyecto intenta dar respuesta a algunas de las viejas reivindicaciones sindicales en cuanto a desmotivación por falta de movilidad y de competencias. Por ello, contemplan una oferta pública de empleo, aún exigua (15 plazas nuevas y 18 de promoción interna), pero con una «apuesta» (sic) por la cobertura de plazas vacantes.

Además, contemplan la formación en atención y prevención de violencia de género (sin unidad específica) y refuerzos en la Academia de Policía.

La extinta Unidad de Prevención de Seguridad Vial se integraría en un turno fijo de noche con calendario de 7 días de trabajo y 7 de fiesta, con 12 policías en dos grupos de seis. De no haber solicitudes se ofrecería a la Unidad de Motoristas, y el turno se renovaría al 50% cada dos años si hubiera interesados. Además, se suprime la unidad de caballería, con ocho miembros.

En esta línea estratégica del modelo policial de ZeC se enmarcarían la ya cumplida creación de perfiles del Cuerpo en redes sociales, así como la creación de una web que refleje las unidades y servicios ofrecidos, actividades, derechos, etc. También se engloba aquí la ya conseguida publicación de datos de accidentes de tráfico en la sección de Gobierno Abierto de la web municipal.

La intención de ZeC es unificar las bases de datos y sistemas informáticos de la Policía Local, que según destacan en el documento son diferentes incluso en la misma unidad. Esto llevaría aparejado la renovación de ordenadores y la implantación de software libre, que quiso impulsar el PSOE en todo el consistorio.

El modelo global de «ciudad cuidadora» que plantea el Gobierno municipal actual también involucra al cuerpo de Protección Civil, en su papel no solo de actuación en catástrofes sino de prevención de riesgos.

El nuevo plan de Protección Civil que se quiere acometer analizaría las vulnerabilidades de la ciudad en ámbitos tan aparentemente distintos como las desigualdades y la exclusión social las políticas de Ordenación del Territorio y Urbanismo y los servicios públicos estratégicos para la sostenibilidad de la ciudad. También se integrarían los planes de autoprotección de instalaciones y empresas.

En este ámbito se contempla la creación del Centro de Coordinación Operativa Municipal (Cecopal), coordinado con el Gobierno de Aragón para agrupar todos los recursos al alcance del 112, públicos y privados, en caso de emergencia.

Según este plan, el servicio de Protección Civil se integraría asimismo en la Red de Voluntarios de Emergencias de Aragón, y se elaborará una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para crear una nueva estructura con dos ámbitos: una estructura permanente, de análisis y gestión ordinaria, y otra dinámica para los casos de emergencia.