Dura jornada de resaca electoral en el seno del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC). Otra jornada de reflexión pero esta vez interna, sobre los efectos a corto plazo del auténtico sorpasso socialista a la confluencia de izquierdas que en el 2015 le convirtieron en segunda fuerza política en la capital aragonesa y a asumir el bastón de mando en el ayuntamiento. Ahora se han perdido más de 25.000 votos en solo seis meses. O apenas 2.000, porque algunos opinan que la referencia válida para ZeC son los 80.080 sufragios de mayo del 2015. Pero ya casi nadie esconde que se ha influido de forma decisiva en la decepción electoral de Unidos Podemos. En que el traspiés en el epicentro de Aragón puede tener consecuencias en el consistorio y su Gobierno, y en que urge repensar la estrategia.

Ayer mismo, la coordinadora de ZeC estaba llamada a hacer esta reflexión. Y las lecturas son tan amplias que habrá que esperar unos días para verlas madurar. De momento, nadie da un paso al frente para hacer declaraciones. Estaba terminantemente prohibido, según explicaron fuentes oficiales de Alcaldía, que ningún concejal lo hiciera antes de que hoy se pronuncie Pedro Santisteve en el programa La Rebotica de Radio Zaragoza. Pero el debate está latente. Y la preocupación, también.

Se teme, por ejemplo, el rumbo que puede tomar el PSOE municipal ahora que ha visto que sus ataques a Santisteve y a la gestión de ZeC, cuanto más agresivos sean, más rentabilidad consiguen en número de votos. Han sido 6.000 más esta vez con respecto a diciembre y, para aquellos que se miran en el espejo de las municipales del 2015, es para echarse a temblar: 82.190 papeletas ayer por 60.746 hace justo un año, 22.000 más. Ni qué decir tiene el PP, que ha aumentado en 12.000 sufragios el resultado del 20-D y en 34.000 los de mayo del año pasado. No es extrapolable nunca, pero aprieta el nudo.

QUÉ RUMBO TOMAR ¿Hay que pensar que la ciudad le está diciendo que la soledad se la está ganando a pulso? ¿O en realidad pierde adeptos porque la confrontación tiene premio en las urnas? Para otros, la gestión y el desgaste que conlleva les hace parecer más débiles. Y quizá lo sean en otro de los escenarios que más preocupan: la negociación por el acuerdo de gobernabilidad con el PSOE y con CHA.

Los nacionalistas ayer mismo anunciaron que mañana ZeC tendrá una respuesta para empezar a hablar. Y al PSOE, le advertía el pasado viernes que para negociar debería dar explicaciones de su poca ética en la gestión pasada. Y se las pediría tras el 26-J. Nadie hizo esa llamada.

Preocupa el poco peso obtenido en los distritos --solo ganó en Torrero y por poco--, el hecho de no tener feeling con los nacionalistas cuando en otras ciudades del cambio, como la Barcelona de Ada Colau, le va mejor con ellos (y han resistido mejor). Y también se teme lo que en política más asusta: la tendencia en el futuro, la inercia de una acción de Gobierno que, coinciden, urge repensar. En común, claro.