Los radares reducen en un 60% la siniestralidad en el tercer cinturón

El tercer cinturón de Zaragoza se ha convertido en los últimos años en lugar de paso habitual para miles de zaragozanos en sus desplazamientos cotidianos y las estadísticas demuestran que es una circunvalación cada vez más segura. Lenta para muchos usuarios, pero más segura, atendiendo a las cifras de siniestralidad que desde el 2006 se han reducido en más de un 60%. Una disminución que desde el ayuntamiento se achaca a la colocación de radares para controlar la velocidad. Los 762 accidentes que se habían contabilizado en los seis años anteriores a su instalación se han convertido en 353 en los siguientes.

En el 2013 fueron 46, la segunda cifra más baja de los últimos doce años (en el 2011 fueron 39), cuando entre el 2002 y el 2006 ningún año bajó de 90 accidentes. Y eso que la intensidad media de vehículos que soporta el tercer cinturón no deja de aumentar. Ya ha superado los 20.000 coches diarios de promedio, en buena medida por las restricciones al vehículo privado que se han implantado en el centro y el tranvía, que han contribuido a que el tráfico por las calles más céntricas de la capital aragonesa se hayan aminorado a la mitad en muchos viales.

En los últimos meses se ha debatido en el consistorio sobre la conveniencia de aumentar la velocidad máxima permitida en esta circunvalación o modificar la coordinación de semáforos, e incluso se ha cuestionado la colocación de estos radares, pero lo cierto es que, pese a que no se puede demostrar la relación causa y efecto entre la instalación de estos velocímetros y la reducción de la siniestralidad, las estadísticas han caído en picado en solo seis años.

El número de personas lesionadas en algún accidente se ha reducido de los 187 siniestros con heridos de diferente consideración entre el 2002 al 2006 a los 112 contabilizados desde ese último año hasta el 2013. De ellos, cabe destacar que los fallecimientos han pasado de los nueve de la etapa preradares a solo un caso en los años siguientes. Este se produjo, según el parte policial, porque un vehículo iba a más velocidad de la permitida y se saltó un semáforo.

En cuanto a los heridos graves, un total de 42 se contabilizaron entre el 2002 y el 2006, mientras que hasta el año pasado, en seis años, la cifra fue de solo 17. Y el descenso en los heridos leves ha significado pasar de 234 lesionados a 162.

Así que, siendo completamente cierto el malestar que suscita entre los conductores el hecho de que se circule muy lento o que no sea la adecuada la coordinación de los semáforos en las 30 intersecciones reguladas que tiene, la vigilancia del cumplimiento de la normativa está dando resultados en seguridad.