La consejera de Educación y Ciencia, Eva Almunia, no quiere repetir los errores de su antecesora, María Luisa Alejos-Pita, y ayer presentó en las Cortes un presupuesto para el 2002 que ella misma calificó como "realista y sincero". Las grandes cifras del departamento para el año que viene son estas: un presupuesto global de 112.000 millones de pesetas al que hay que sumar 2.500 millones para el incremento salarial del profesorado acordado en el 2000 (es decir, un 13% más que en el 2001) y de los que 6.900 millones se destinarán a inversiones. Almunia lanzó a la Cámara un dato para la reflexión: el 85% del presupuesto se lo comen los gastos de personal, lo que para la consejera es el origen de los desfases presupuestarios que hubo en los dos anteriores ejercicios. Sólo el PP y, en menor medida, CHA no mostraron su acuerdo con los números de la consejera. El departamento que dirige Almunia desde el pasado mes de julio sabe que el presupuesto es una de sus asignaturas pendientes (el año pasado se registró un desfase de 7.000 millones de pesetas por la falta de previsión en el gasto de personal) y por eso se ha aplicado especialmente en la confección de este capítulo uno. "El crecimiento será de un 15%", explicó Almunia, "pero este aumento no responde ni a una mejora salarial ni a un aumento de las plantillas, sino al objetivo de que el presupuesto del departamento contemple la realidad del gasto", algo que no sucedió en los dos años anteriores. PSOE, PAR e IU respaldaron la exposición de la consejera de Educación (aunque los nuevos socios del tripartito van a presentar enmiendas para duplicar el importe de dos contratos-programa con la Universidad de Zaragoza), pero CHA y PP reprobaron a Almunia.El portavoz de Chunta, Chesús Bernal, se mostró escéptico debido a la liquidación de los presupuestos anteriores y a las "escasas" inversiones dedicadas a la universidad. Bernal recordó que Aragón sólo destina el 0,56% de su Producto Interior Bruto a estudios superiores. Marta Calvo, del PP, acusó a Almunia de presentar el presupuesto "en un saco", sin detallar inversiones. "Quizá porque no hay ninguna planificación", insinuó.