Las organizaciones vecinales, los sindicatos y los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza consideran que el equipo de Gobierno del PP está agilizando una polémica y cuestionada reforma del paseo de la Independencia, con sus más de 3.500 millones de pesetas de inversión, frente a proyectos que son "más importantes y básicos" para el futuro de la ciudad. El plan del Ebro, la adecuación de las riberas del Canal Imperial, el cierre del tercer cinturón, el puente del Tercer Milenio o la renovación de vías como Conde Aranda o San José son algunas de las actuaciones pendientes en el municipio que a juicio de estos colectivos requieren una actuación urgente y prioritaria. La necesidad de acometer estas obras de forma inmediata también es demandada por la Confederación de Empresarios de Zaragoza (CEZ), aunque su secretario general, José Enrique Ocejo, considera que la reforma del paseo es igualmente importante para impulsar el comercio en el centro. Su opinión es compartida por el secretario de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) de Aragón, Rafael Zapatero, para quien es necesario acabar ya con los "múltiples parcheos" históricos que sufre el paseo. El decano del Colegio de Arquitectos en Zaragoza, Miguel Angel Navarro, no quiso entrar a valorar los criterios del PP en su política de inversiones, pero dejó muy claro que el Plan Integral del Casco Histórico (PICH) planteaba la reforma para cuando hubiera concluido la mayor parte de las actuaciones. DISTINTAS VARAS DE MEDIR Las entidades vecinales sí que cuestionaron la política urbanística del PP. El presidente de la Federación de Barrios de Zaragoza (FABZ), Alberto Andrés, considera que la única prioridad es la "electoral", ya que los presupuestos se olvidan año tras año de reinvindicaciones de los barrios --mejoras de transporte urbano o remodelación de calles como Miguel Servet o San José--. Alberto Andrés citó la adecuación de las riberas del Ebro como uno de las actuaciones estrella que siempre se queda en el cajón pese a los borradores presentados y las sucesivas promesas de inversión. "Tenemos que luchar por pequeñas inversiones, por lo que nos escandaliza que ahora se vayan a destinar miles de millones a Independencia", destacó. El cierre del tercer cinturón --entre Vía Hispanidad y el Actur-- es otra de las obras que, a juicio de Comisiones Obreras y UGT, debería centrar los esfuerzos municipales. Su planificación se remonta a finales de los 80, pero su financiación aún está pendiente de la firma del convenio ferroviario con el Ministerio de Fomento y la DGA. Javier Lázaro, secretario de política sectorial de CCOO, señaló "sin ninguna duda" que sería más interesante asegurar las comunicaciones de la ciudad antes que remodelar Independencia. "Lo mismo pasa con las cercanías, que el ministerio no quiere incluir en el convenio y que el ayuntamiento debería respaldar ofreciendo si hace falta dinero extra", apuntó.