Medio centenar de profesores de la Universidad de Zaragoza elegidos por el Gobierno aragonés para asistir el pasado miércoles a una cena-debate con el presidente, Marcelino Iglesias, expusieron al jefe del Ejecutivo sus principales preocupaciones, entre las que destacaron la financiación del campus por parte de la DGA y la posible implantación en la capital aragonesa de una universidad privada promovida por la Fundación San Valero. Sobre la primera cuestión, Iglesias pidió comprensión a los asistentes si la subvención nominativa para el 2002 no es la que se espera en la Universidad de Zaragoza, ya que se reafirmó en que la educación es una de sus prioridades, pero resaltó las necesidades que en estos momentos tienen las enseñanzas medias, sobre todo Secundaria. Sobre el segundo asunto, el presidente aseguró que no pondrá cortapisas a la iniciativa de San Valero si cumple con la ley, según afirmaron a este diario fuentes presentes en esta cena. El rector, Felipe Pétriz, se incorporó más tarde, ya que tenía un compromiso anterior, y en su turno de palabra defendió ante Iglesias la calidad docente e investigadora de la universidad. En el debate no se habló de dos cuestiones de actualidad, ni de la reforma universitaria que prepara el PP ni de los complementos retributivos que exigen los docentes al Gobierno aragonés. La universidad no se rinde Profesores, alumnos y personal de administración y servicios se encerraron ayer por la tarde en el Paraninfo y su intención era pernoctar en el edificio más emblemático de la Universidad de Zaragoza en señal de protesta por la reforma universitaria del PP, que ya ha sido aprobada por el Congreso y que en la actualidad se está tramitando en el Senado. De esta forma, la Plataforma por la Universidad Pública de Calidad, que ayer celebró una asamblea informativa en la Facultad de Ciencias, calienta motores de cara a la huelga estudiantil convocada para el próximo día 28 y para la marcha nacional que se celebrará en Madrid el primer día de diciembre. Decenas de universitarios pasaron ayer por el encierro del Paraninfo, y la intención de la plataforma es que se fueran estableciendo turnos por la noche. La profesora María José Rabanaque, quien también es una de las responsables de Colectivo, uno de los grupos docentes mayoritarios, justificó de esta forma el encierro: "Es una medida de defensa de una universidad pública de calidad, porque el proyecto de ley del Gobierno central da privilegios a la privada, a las que se les va a permitir funcionar con menos requisitos", según informó Europa Press . Para Rabanaque, la reforma del PP "rompe la autonomía universitaria, deteriora la situación del profesorado, exige a los alumnos a hacer una prueba por centro al que quieran acceder y disminuye la representación de estudiantes y personal de administración y servicios en los órganos de gobierno".