Los cuatro sindicatos que firmaron hace dos años con la Consejería de Educación un acuerdo para incrementar y ordenar las plantillas de profesorado acusaron ayer a la DGA de no cumplir todo lo prometido. UGT reconoció que en los dos últimos cursos se ha estabilizado a un número notable de profesores (alrededor del 80% de la plantilla está destinada de manera definitiva en un centro escolar), pero lamentó que el número de alumnos por aula se haya disparado y que no se haya puesto en marcha la reducción de la carga lectiva para los mayores de 54 años. Por eso, pidió a la Administración autonómica que abra un periodo de negociaciones para rubricar otro acuerdo, una petición que fue contestada por el resto de firmantes, CCOO, CSI-CSIF y STEA: "Cuando se llega a un acuerdo, lo que hay que hacer es cumplirlo. No romperlo y hacer otro", explicó a este diario Manuel Martínez, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones. En la mañana de ayer, UGT detalló en una rueda de prensa los motivos por los que denuncia este acuerdo marco: el incumplimiento de las ratios (relación de alumnos por profesor) debido a la llegada de 1.800 alumnos inmigrantes desde el pasado mes de septiembre, la falta de profesores de francés en numerosos centros y la congelación de una de las medidas más reivindicadas por el profesorado: la reducción del horario de clase de los más mayores para que se dediquen a otras tareas, como por ejemplo tutorías. Ante este panorama, el secretario general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT-Aragón, Carlos López, abogó por romper el acuerdo y negociar uno nuevo "que responda a las nuevas necesidades educativas". López avanzó algunas de las exigencias de UGT: ampliar el número de profesores que enseñan español a los alumnos inmigrantes, tanto en Primaria como en Secundaria, y enviar auxiliares de Infantil a los centros para que apoyen al profesorado en tareas no docentes. Pero ningún sindicato recogió el guante. CCOO incluso dudó de las intenciones de UGT. "Espero que con esta maniobra no pretenda darle a la consejería un balón de oxígeno, una excusa para no tener que desarrollar las medidas del acuerdo que todavía no ha cumplido y hacer otro a su medida", insinuó Martínez. Eliseo Moreno, de CSI-CSIF, reconoció que se podría hacer una relectura del acuerdo para actualizar algunas cuestiones y dar una solución educativa a la avalancha de alumnado inmigrante en las aulas, "pero en ningún caso es necesario romper este pacto para elaborar otro". STEA, que desde el primer momento denunció los "sistemáticos" incumplimientos del acuerdo marco, calificó como "incongruente" la postura de UGT.