En un primer balance de los estragos provocados por la crecida del Ebro en Novillas, se habla de 1.500 hectáreas anegadas y unas 200 familias dedicadas a la agricultura que han perdido parte de sus cosechas o que han sufrido daños en sus cultivos. Ante este panorama, los vecinos han reiterado sus quejas por las escasas defensas con las que cuentan para hacer frente al río cuando se desboca, algo que ha sucedido varias veces en los últimos años. Por ello, piden a las instituciones, y en especial a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que acometan de una vez la elevación de los muros de contención.

En Novillas piensan que llueve sobre mojado. En marzo del año pasado, otra avenida se llevó por delante 1.000 hectáreas de huertas. En 1997, el agua inundó unas 2.000 de las 2.500 hectáreas de cultivos con las que cuenta este municipio de unos 700 habitantes. Pero según José Ayesa, uno de los agricultores que cuenta con más superficie en esta zona de minifundios, el pueblo sólo cuenta con unos diques construidos a finales de los años 70.

PROYECTO FRUSTRADO "Durante muchos años hemos reclamado más protección, igual que en Navarra, pero la confederación no nos dejaba. Al final, tras la última riada, la CHE accedió y nos pasó un presupuesto de 60.000 euros que sería asumido a partes iguales por la Administración y los agricultores", explicó a este diario Ayesa.

"Sin embargo, comprobamos que el proyecto no cubría todo el cauce y le pedimos a la confederación que lo revisara. Y en esas estábamos, esperando noticias, cuando nos ha vuelto a coger esta crecida", añadió.

José Ayesa posee 42 hectáreas en las que cultiva coliflor, trigo y alfalfa. "Pero el agua ha entrado de cabeza y ha arrasado todo. Las pérdidas personales serán de unos 18.000 euros. Está claro que necesitamos diques más altos y más largos para contener las avenidas", indicó.

Lo peor es que este tipo de siniestros no están cubiertos por las compañías de seguros. "Nadie te asegura la cosecha en casos de riadas". Los afectados tienen previsto celebrar en breve una asamblea para calcular los daños y acordar las actuaciones que se llevarán a cabo. Ayer, el agua apenas había retrocedido un metro y todavía permanecía embalsada en la mayor parte de las huertas. "Se están pudriendo los cultivos", lamentó Ayesa.

El alcalde de Novillas, Antonio Ruiz, aseguró que el pueblo está "cansado" de estos episodios. "Se están repitiendo con demasiada frecuencia y ni la CHE, ni la DGA ni la Delegación del Gobierno se han querido hacer cargo de los daños en inundaciones anteriores", se quejó.

Fuentes de la DGA consultadas por este diario indicaron que la Administración autonómica puede hacerse cargo de los daños en infraestructuras comunes, como acequias o caminos, pero no de las pérdidas de las cosechas. Debido a la festividad, no fue posible contactar con responsables de la confederación.