Un ciudadano de origen ecuatoriano de 35 años, Edison A. P., fue detenido el pasado lunes en el barrio de Las Fuentes después de que apaleara a su mujer, de 22, porque había perdido las llaves de la vivienda donde residía la pareja. La víctima ya había denunciado al agresor en dos ocasiones por hechos similares cuando vivían en su país.

Según las diligencias instruidas, la agresión se produjo cuando la mujer regresaba del trabajo de asistenta por horas a su casa. Su marido se negó inicialmente a abrirle la puerta de la vivienda, pero finalmente le franqueó la entrada.

Una vez en el interior, el agresor le echó en cara la pérdida de las llaves del piso y comenzó a golpearle. Aunque la mujer cayó al suelo, siguió pateándola en la cabeza hasta que perdió el conocimiento.

Una vez recuperada, la mujer huyó de la casa y se refugió en un locutorio telefónico, donde la encargada, al advertir que presentaba varios hematomas, alertó a la Policía, que envió al lugar a la dotación de un radiopatrulla.

ANTECEDENTES Los agentes se dirigieron a la vivienda de la pareja, en la calle del Maestro Mingote, e interrogaron al marido, quien reconoció que era el autor de la agresión, por lo que procedieron a arrestarle y a informarle de sus derechos. La mujer, después de que recogiera su documentación y alguna ropa de abrigo, fue trasladada al hospital Provincia, donde fue asistida de sus lesiones, que, al parecer, no revestían gravedad.

Según las declaraciones prestadas por la víctima en la Jefatura Superior de Policía, el matrimonio lleva viviendo algo más de medio año en España, pero las agresiones se han venido repitiendo desde que se casaron hace algo más de tres años.

La mujer ya había denunciado los malos tratos en dos ocasiones en su país, pero no lo había vuelto a hacer en España porque temía represalias de su marido y tampoco sabía cómo podía hacerlo. Dos días antes de los hechos, el sábado, ya había recibido otra paliza. La pareja reside en el citado domicilio con dos hijos de tres y dos años, respectivamente.

El agresor confeso fue trasladado a dependencias policiales, donde se instruyeron diligencias sobre los hechos, para ponerle posteriormente a disposición judicial bajo la acusación de malos tratos.