Y se casaron. El exministro y ahora candidato al Ayuntamiento de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y la periodista pianista Mari Cruz Soriano, contrajeron ayer matrimonio en el consistorio de la capital aragonesa, ofreciendo la crónica de una boda anunciada que se desarrolló en la intimidad, con menos de setenta invitados.

A pesar de la lluvia y del frío, numerosos zaragozanos se dieron cita en la entrada del ayuntamiento para ver pasar a los novios. El llegó vestido con traje oscuro de Gazo y corbata dorada y acompañado de Beatriz, la hija mayor de su futura esposa. Y, minutos después, se incorporó la novia, con un traje rosa palo del modisto aragonés Angel Casorrán y un tocado a juego, rematado con plumas y un pequeño velo. Custodiaban el paso los fotógrafos, incluidos los de la prensa rosa.

El enlace contó con la presencia de familiares, incluidos los hermanos de José Félix y Santiago Belloch, y amigos, como Luis María Ansón, Paloma Segrelles, presidenta del Club Siglo XXI, y el catedrático y vicepresidente del Tribunal Constitucional Tomás Vives Antón (amigo del que fuera responsable del macroministerio ), que dirigió unas palabras a los novios. Comenzó la ceremonia, en ausencia del presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que, cosas de la vida, estaba compareciendo ante el pleno de las Cortes de Aragón a la hora del enlace. Entre los presentes, compañeros de corporación de Belloch, incluido el popular alcalde, José Atarés, y el secretario general de UGT, Jesús Membrado. Y también ediles de color vario, desde los populares Santa Cruz, Guerra, Mur, Azcón y Muñoz, a los socialistas Berdié, Arola, Pérez Anadón, Becerril y Borraz, pasando por la diputada Mercedes Gallizo, y el director general de Renovación Pedagógica, Juan José Vázquez. Causó sensación el conjunto rojo de minifalda de Carmen Corral, exdirectora del Instituto Aragonés de la Mujer y esposa del exconcejal Emilio Comín. Por no mentar el pamela incluida de Elvira, esposa del portavoz socialista Jerónimo Blasco, a quien Belloch casó en su día.

Precisamente fue él quien ofició la ceremonia. Y lo hizo citando versos de Neruda y ofreciendo consejos pero sin sermones, "una de las ventajas del matrimonio civil", según dijo. En un impulso cariñoso, el alcaldable Belloch casi se olvidó del intercambio de anillos antes de besar a la novia, momento que tuvo como telón de fondo la música de una melodía que Mari Cruz Soriano compuso a su ya marido cuando se conocieron, grabada para el evento. Faltaba el ramo, entregado, y no lanzado, a la responsable de prensa del PSOE local, Mercedes Gracia. Y las fotos, que los contrayentes aguantaron estoicamente a la salida del consistorio.

La celebración siguió por la noche en el restaurante del Club Náutico de Zaragoza, cuyo propietario, José Luis Yzuel, se encargó de recibir uno a uno a los invitados, paraguas en mano. El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, y el secretario de organización federal del PSOE, Pepe Blanco, formaron parte de la lista. Y la llegada de los novios (ella, guapísima, con un vestido largo de encaje bordado sobre raso) marcó el inicio de una fiesta, con productos de la tierra, baile y hasta karaoke... para los más aguerridos.