Los vecinos de Pinseque y Sobradiel están dispuestos a realizar movilizaciones populares como protesta ante la falta de soluciones en los accesos que desde la N-232 (la denominada autovía de Logroño) existen a sus municipios. Las difíciles condiciones de incorporación a la carretera, por la que pasan 21.000 vehículos diarios, obliga a los conductores a cruzar dos o las cuatro vías. Esta dificultad se ha intensificado con las obras del puente que da entrada a Torres de Berrellén y La Joyosa. Un proyecto con el que se fuerza a los vehículos provenientes de estas poblaciones y que desean ir a Zaragoza a realizar el cambio de sentido en el mismo cruce de Pinseque, donde el carril intermedio sólo tiene capacidad para cinco coches y algunos tienen que detenerse en la N-232.

Ante esta conflictiva situación, la presidenta del PAR en el Ebro Alto, Conchita Guixeras, en representación de un grupo ciudadano, ha remitido un escrito al jefe de la Demarcación de Carreteras en Aragón, Rafael López Guarga, "como último recurso para solucionar esta desesperada situación, y ante la que ya pensamos en acciones como el corte de la carretera". Según este documento, "el número de accidentes entre Torres y Pinseque (menos de un kilómetro) se ha multiplicado por cinco desde el comienzo de las obras", y la salida de Pinseque en dirección a Alagón se debe hacer "cruzando dos carriles en dirección contraria para llegar a la vía intermedia, y ello supone una media de 20 minutos de espera, creando momentos de imprudencia".

Desde los consistorios de Pinseque y Sobradiel se han enviado escritos al ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, para agilizar las soluciones a estos graves problemas, aunque no han recibido respuesta. De hecho, el alcalde de Sobradiel, Antonio García, que firmó el convenio de 1993 para ejecutar tres puentes, dice que está muy preocupado por una situación que "se han convertido en un matadero", en referencia a los accidentes producidos con varios fallecidos en esta zona.

Según el edil, el ayuntamiento se ve doblemente afectado, ya que dos planes industriales están a la espera de su desarrollo porque se incluía una clausura de restricción en caso de no tener un acceso nuevo. "Además, las previsiones de una tercera vía en la N-232 y el enlace con Monzalbarba traerán más coches y nos dejará encerrados y paralizará nuestro futuro a pesar de estar en el corredor del Ebro" aseguró.