Con la declaración de un representante de la empresa de transportes ESCAR de Sabiñánigo comenzó ayer el juicio por la causa abierta por el vertido de hidrocarburo a los depósitos de San Juan de la Peña el pasado agosto. Según esta versión, la cisterna que transportó el agua para los habitantes de Botaya había sido utilizada anteriormente para llevar "leche". Además, el representante de la empresa serrablesa reconoció que el encargo de este transporte procedió de personal de la Gestora Turística de San Juan de la Peña y que en ningún momento se le solicitó ningún tipo de documentación que acreditase que podían llevar agua.

El testigo aseguró que la cisterna no había sido empleada antes para transporte hidrocarburo. El día 12 de agosto se realizó la carga y el 13 se detectó la contaminación. El alcalde de Botaya, Angel José Piedrafita, dijo que habrá que demostrar "que la cisterna había llevado leche".