Los residentes de la zaragozana calle de Santa Orosia estaban ayer consternados por la muerte de un vecino, quien optó por quitarse la vida cuando iba a quedarse sin vivienda. El triste suceso se registró a las diez de la mañana, cuando un cerrajero acababa de abrir la puerta para dar paso a la comisión judicial que iba a desahuciarle.

R. A., de 51 años y nacido en Madrid, no era muy conocido en el barrio: "Era un persona muy introvertida, pero también educada. Vestía siempre con traje y le he visto en dos ocasiones que conducía un todoterreno. No puedo decir cuánto tiempo llevaba aquí. Vivía con su madre, muy mayor y que apenas salía de casa. Yo sólo la he visto en dos ocasiones", señaló un jubilado. La madre había muerto hace medio año, pero pocas personas de su misma escalera lo sabían.

Muchos vecinos aún ignoraban qué había pasado. Mari Carmen, que vive en el mismo rellano, en la puerta frente a la de la víctima, explicó que estaba fuera cuando ocurrieron los hechos. "Al volver de la compra encontré a varios policías y otra gente en el rellano. En la calle había visto que se marchaba una ambulancia. Me dijeron que había ocurrido una desgracia y que no podía hacer nada, que me metiera en casa. Pensé que le había ocurrido algo a la madre".

Un juzgado de primera instancia de Zaragoza había ordenado el desahucio de la víctima porque llevaba varios meses sin pagar el alquiler. Una comisión judicial acudió a la vivienda con dos policías locales y un cerrajero, que actuó cuando no abrieron la puerta. Cuando iban a entrar se escuchó un disparo y los agentes encontraron al inquilino muerto en el interior.

La víctima había utilizado una escopeta del calibre 22. Apoyó el cañón en la barbilla y disparó. Al parecer, no había dejado ninguna nota en la que explicara su decisión.

"Le conocía poco y no podía saber que tuviera problemas económicos. Hoy me he enterado de que debía estar en paro desde hace bastante tiempo y que había estado casado, pero aquí sólo le había visto una vez con su madre, que tenía problemas de movilidad. Su exmujer debe de vivir fuera de Zaragoza y no sé si tenía hijos", manifestó un vecino.

El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, mientras la Policía abría diligencias sobre los hechos.