Escritor

Ha publicado ya dos libros de cuentos y cuatro de poesía, y ahora edita Dios era otra (DVD), finalista del premio Torrente Ballester de La Coruña. Nuestro invitado es de Epila y durante cuatro años vivió en Londres. Ahora reside en Madrid.

--¿ Dios era otra queda en puntos suspensivos?

--Se puede interpretar así. Hay cierta ambigüedad buscada, sí, de forma que el título se presta a diversas interpretaciones. Cuando lo presentamos en la Coruña vino un clérigo trabucaire pensando que era un libro de teología... No, era un libro de cuentos.

--¿En qué género se mueve mejor?

--Todos son cosas distintas. Pero siempre me he considerado poeta. Lo soy de vocación.

--La poesía estaría más cerca del cuento por la brevedad.

--Sin duda. La novela es un reto importante que también he asumido. Próximamente publicaré una que fue premiada en Almería, aunque en realidad es una novela corta o un relato largo.

--Vive en Madrid...

--Sí, desde este curso. Me dijeron que había vida literaria y yo simplemente me conformo con que haya vida.

--¿Y qué tal?

--Hay de todo. Una actividad literaria y otra que no tiene nada que ver con la literatura, muy relacionada con el marketing y esas cosas. Hombre, uno está deseando que le lean e incluso está dispuesto a ciertas concesiones, pero no van más allá de prestarse a hacer presentaciones de sus libros y poco más...

--Bueno, hay verdaderos profesionales de las letras, no crea...

--Sí, ya lo sé.

--Que incluso salen por la televisión...

--Pues no lo sé porque no veo la tele. Vamos no tengo televisión. No es por una falsa moral, es que me aburre. Cuando me hablaron de hace vida literaria yo pensé en acudir a tertulias, charlas, conocer escritores... No todo eso de la tele, que tú me mencionas. Vamos, tampoco creo que me inviten nunca a esos programas. Sólo vi una vez Crónicas marcianas porque salía una amiga mía...

--¡¿No conoce Crónicas marcianas?!

--Pues, no. Es cierto que en el trabajo me quedo abochornado al ver que no sé de qué hablan. Viví cuatro años en Londres y allí hay que pagar un impuesto incluso para ver la televisión pública y por eso no la veía nunca. Creo que es un sistema muy higiénico que habría que importar a nuestro país.

--Por fortuna usted no necesita vender para seguir publicando.

--No, soy funcionario y no tengo esa necesidad. Simplemente que de vez en cuando hablo con mi editor de cifras de venta y me deprimo.