Problemas en la vía del AVE? ¡Qué va, hombre! No pasa nada: un ligero temblor, un meneo insignificante, un suspiro de rieles y traviesas cuando pasan los trenes a toda pastilla... una bagatela. Mira, si esto fuese la crisis del chapapote (es un decir, y por ponernos en lo peor), esa quisicosa del tramo entre Pina de Ebro y La Almolda apenas sería un hilillo de plastilina.

Mediante nota oficial, este diario tuvo el honor de ver desmentidas el pasado martes sus informaciones sobre los problemas en la línea de alta velocidad. Y desmentidos seguimos, aunque ayer el ministro Pacocascos, montero mayor del Reino (o de la República o de lo que sea esto), empezó a recular y reconoció que sí, que la vía se mueve, la muy jodida. Los desmentidos van que vuelan últimamente. En relación con el AVE hay documentado otro por escrito (a "El País") y bastantes más de palabra. Pero es que Fomento, Renfe y el GIF (sus jefes, sus técnicos, sus gabinetes de Prensa) están tan revirados que incluso se desmienten a sí mismos, y si hoy te dicen que el susodicho AVE se pondrá en marcha tal día, luego advierten que será otra la fecha, y después, que ya veremos. ¡Queda inaugurada la variante sur ferroviaria!, anuncian con mucho tatachín-tatachán, pero de seguido dan en desmentirse: allí casi no circulan trenes; o sea, sí pero no. Tal vez sean precisos unos retoques .

Este que manda ahora en España (por voluntad popular, conste en acta) es el gobierno del desmentido. Hacen decretazos; los deshacen. Reforman la Universidad; la contrarreforman. Prometen autovía a Teruel en el 2004; la dilatan para el 2006 (o el 2008, que todo puede desmentirse). Promueven la guerra; hablan de paz. Hablan de paz; impulsan la guerra. Hoy son europeistas; mañana son euroescépticos. Se llenan la boca con el medio ambiente; proyectan el macro-trasvase... Vivo sin vivir en mí y tan dudosos les veo, que lo que dicen no creo. Esta Administración está perdiendo sus últimos restos de credibilidad.

Siguen levantando el pavimento en Independencia, desmintiendo al alcalde Atarés que fijó en unos pocos los días que debían destinarse a parches y remiendos. Y en esta ciénaga de medias verdades y medios engaños, de febriles arranques y bruscos retrocesos, ya no sabemos si estos mandamases son muy tontos o muy listos, o si la vía se mueve porque el balasto es de plastilina.