Los médicos y enfermeras de Aragón, representados por la coalición Cemsatse --formada por Cesm, Satse y Fasamet--, han exigido al presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que garantice el derecho a votar del personal sanitario en igualdad de condiciones que el resto de empleados públicos de la DGA y que haga cumplir el Pacto por la Sanidad.

Un total de 52 delegados de los 60 que tiene Cemsatse se concentraron ayer ante las puertas de la Aljafería para denunciar la "discriminación" y el "pucherazo" que en su opinión representa la reducción por parte de Función Pública de un total de 16 mesas --principalmente en el ámbito rural-- en las elecciones sindicales que se celebrarán el próximo 12 de marzo.

Esta disminución en las mesas electorales obligará a muchos sanitarios a desplazarse hasta más de cien kilómetros para poder votar básicamente en las capitales de provincia --los de Sos por ejemplo se tendrán que trasladar a Zaragoza-- o incluso 165 kilómetros en determinadas zonas de Huesca y de Teruel. Los delegados sindicales, que corearon lemas para saludar a los diputados que ayer acudían al pleno de las Cortes, denunciaron el boicot al sindicato.

Los convocantes de esta concentración denunciaron asimismo la "recesión" que se está detectando en el ámbito sanitario, por el incumplimiento reiterado del Pacto por la Sanidad, como denunció Lorenzo Arracó, secretario general de la CESM en Aragón. "Desde el verano se está observando una paralización absoluta, lo que está originando una decepción total en el sector. Sentimos que el Gobierno autónomo todavía está más lejos de nosotros de lo que estaba el Insalud", afirmó.

De ahí, que este colectivo haya convocado ya una huelga en el sector para el día 7 de marzo, dirigada a los equipos de Atención primaria del medio rural así como a los Médicos Internos Residentes.

Tras la concentración, los representantes de Cemsatse, Lorenzo Arracó, Leandro Catalán y Teo Aldea, entregaron al presidente Iglesias una carta en la que exigieron "que arbitre las medidas correctoras necesarias que permitan desconvocar este conflicto sanitario".

En esta carta se asegura el descontento de los profesionales sanitarios por la pasividad demostrada ante las consultas masificadas, las listas de espera inacabables, los colapsos en Urgencias, las plantillas insuficientes, los contratos basura y de una Administración Sanitaria que no escucha a sus profesionales.