Los alcaldes de los municipios del Bajo Cinca afectados por el desbordamiento del río Alcanadre explicaron ayer que el agua afectó de forma exclusiva a zonas de cultivo, sin provocar daños personales ni llegar a dañar bienes inmuebles. La alcaldesa de Ontiñena, Nuria Soler, explicó que la ausencia de labores de limpieza en el cauce del Alcanadre fue una de las causas fundamentales de su desbordamiento. La primera edil precisó que el agua del río anegó en torno a unas 200 hectáreas de cultivo situadas a lo largo de la ribera y una parte de la red de accesos a las fincas. No obstante, descartó hacer valoraciones económicas por creer conveniente esperar a que se retirasen las aguas.

El alcalde de Villanueva de Sijena, Alfonso Salillas, explicó cómo el agua llegó también a esta población. Aunque afirmó no disponer de información precisa en torno al alcance de los daños en los campos de cultivo. Salillas, tras precisar que agua desbordada empezó a bajar de nivel a primeras horas de la tarde, afirmó que tenía previsto visitar las zonas afectadas antes de valorar el alcance de los daños originados.