El fiscal explicó que el exsecretario de Miedes alteraba los guarismos de los talones en beneficio propio. Así, un cheque por valor de 5.000 pesetas para cubrir los gatos de un viaje se encarecía hasta 205.000 con el añadido de las dos primeras cifras. Un libro, que posteriormente fue devuelto a la editorial, pasó de costar 7.680 pesetas a 207.680. El valor de lo defraudado hace referencia a los tres años investigados, pero no se ha realizado ningún informe sobre todo el periodo que el acusado actuó como secretario interventor del ayuntamiento. El abogado de la defensa, por su parte, admite que es relativamente fácil añadir guarismos a las cantidades abonar, "pero resulta mas complicado falsear las cantidades escritas con letras".