Un estudiante de 22 años, Pedro A. M., resultó gravemente herido ayer al ser agredido por un compañero al que impedían dormir los ruidos de una fiesta que se celebraba en el colegio mayor Pedro Cerbuna, situado en el campus universitario de Zaragoza.

Sin mediar palabra, el agresor, calificado como "problemático" por los residentes del centro, le propinó un navajazo en el abdomen que estuvo a punto de costarle la vida y que requirió una inmediata intervención quirúrgica.

El autor del hecho, Eduardo Mattias Símola, de 28 años y nacionalidad italiana, acudió voluntariamente al cuartel de la Policía Local, en la calle de Domingo Miral, y se entregó a los agentes.

Los hechos se produjeron pasadas las 4 de la madrugada, después de que numerosos estudiantes hubieran celebrado la fiesta de San Braulio, patrono de la Universidad, en el bar del colegio mayor.

"Cuando volvíamos a nuestras habitaciones al terminar la fiesta --contó ayer Roberto, un amigo de la víctima que presenció la agresión--, Eduardo Mattias salió como una exhalación de su habitación, se abalanzó sobre Pedro con una navaja multiusos y le pinchó a él como podía haber pinchado a cualquiera de nosotros. Además, después de agredirle, aún le persiguió por el pasillo".

La noche de los hechos, Eduardo Mattias Símola, que estudia Turismo con una beca Erasmus, llamó en dos ocasiones a la Policía Local pasada la medianoche para protestar por el ruido que subía del bar del colegio mayor, que no le permitía dormir.

"Vinieron los agentes a medir los ruidos con un audímetro --explicó Roberto-- y se marcharon sin poner ninguna denuncia porque en las habitaciones apenas se notaba el barullo de la fiesta".

"El agresor es una persona muy rara y problemática", añadió Roberto. "Apenas llevaba un mes en el colegio mayor y ya había tenido enfrentamientos con muchos residentes porque decía que le molestaban el humo y el rumor de las conversaciones. Algunos residentes que han entrado en su habitación comentan que si tiene la pared llena de frases de la Biblia".