El nuevo alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se reunirá mañana con el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para acabar de cerrar los cambios y refuerzos de la candidatura de la Expo 2008 tras los fallos en la presentación oficial en París a principios de junio. Belloch acudirá a Madrid con la pretensión de pactar la designación inmediata de un embajador en misión especial para la muestra, así como la creación de una sociedad pública que agilice la tramitación del proyecto. Además, se reunirá con el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, para tratar del proyecto de ley de Grandes Ciudades.
El máximo responsable municipal quiere sentar las bases del acuerdo para la nueva estructura de la muestra, que se aprobará oficialmente el próximo día 14. Para esa fecha está prevista una reunión del consejo rector de Zaragoza Proexpo 2008, el consorcio institucional que va a desaparecer para dar paso a una sociedad pública. Belloch también pretende lograr una mayor implicación económica del Gobierno, puesto que ahora ya se ha abierto oficialmente la competición con las otras dos ciudades candidatas, Trieste (Italia) y Tesalónica (Grecia). Al encuentro también asistirá el delegado del Gobierno, Eduardo Ameijide.
En la dirección técnica de esta nueva sociedad estará el exconcejal socialista Jerónimo Blasco, hombre de la máxima confianza de Belloch, aunque se desconoce la composición del resto del equipo. Se da por hecho que el actual equipo del consorcio, constituido por seis personas, se reforzará para afrontar con garantías el proceso de designación.
La sintonía entre la subsecretaria de Estado de Presidencia, Dolores de la Fuente, y el nuevo alcalde ha facilitado la celebración de un rápido encuentro con Rajoy, que está al cargo en el Gobierno central de impulsar la Expo 2008. De hecho, preside una comisión interministerial de apoyo a la muestra.
El Gobierno baraja varios nombres para el embajador en misión especial para la Expo, que se encargará de coordinar la promoción diplomática de la candidatura entre los cerca de 90 países que votan en la asamblea de la Oficina Internacional de Exposiciones, el organismo que decide la ciudad anfitriona.
