El Juzgado de La Almunia ha solicitado al departamento de Patrimonio del Gobierno aragonés el expediente relativo a las actuaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento de la Edad de Hierro del Cabezo de la Cruz, ubicado en el término de La Muela y amenazado por las obras de la autovía de Teruel.

La demanda obedece a la instrucción de las diligencias del caso abierto tras la denuncia presentada por un particular, Javier Fanlo, ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Fanlo, descubridor del yacimiento en el año 1975, decidió recurrir al fiscal tras comprobar que las excavadoras de la empresa que construye la autovía habían acorralado el enclave arqueológico, y los trabajos realizados incluso habían modificado algunas zonas del mismo, a pesar de que había presentado reiteradas quejas ante el departamento de Patrimonio de la DGA para que adoptase las medidas oportunas para salvar el yacimiento, considerado "de excepcional importancia" por los expertos. En este sentido, Fanlo presentó la denuncia por si las actuaciones realizadas en torno al cabezo pudieran incumplir la Ley de Patrimonio Aragonés.

Se da la circunstancia de que meses antes de que la empresa subcontratada por Fomento --Arqueología y Patrimonio Cultural S.L. (APC)-- iniciase los sondeos para delimitar el yacimiento y su importancia, otro equipo arqueológico contratado por el Ayuntamiento de La Muela presentó ante la DGA y Fomento un informe en el que se recomendaba modificar el trazado de la carretera. En la actualidad, APC realiza una excavación de urgencia del enclave, bajo las prescripciones técnicas emitidas por la DGA y no será hasta que no concluyan estos trabajos cuando se decida el futuro del yacimiento.

Por otro lado, el abogado del arqueólogo José María Viladés, propietario de la empresa APC, ha interpuesto ante el juzgado de la Almunia un acto de conciliación a Javier Fanlo, previo a una posible querella por calumnias al considerar que éste podía haber imputado a aquél un delito contra el patrimonio.

MOVILIZACION Pero más allá de las cuestiones legales, la defensa del yacimiento ha adquirido una dimensión de reivindicación ciudadana, y el próximo sábado, a las 12 horas, está convocada una concentración para pedir la salvación de la zona arqueológica. La movilización, denominada Abrazo al Cabezo de la Cruz y convocada por la Asociación Ciudadana de Muel (Sermo), cuenta ya con numerosos apoyos de otras asociaciones, así como de Chunta Aragonesista, que, cuyas agrupaciones comarcales en Valdejalón y Campo de Cariñena estarán representadas en el acto.

Además, otra treintena de asociaciones se han adherido al manifiesto elaborado por Sermo en defensa del Patrimonio y el Desarrollo Rural, entre ellas Apudepa, Teruel Existe, Grupo de Estudios Masinos, Amigos del Castillo de Loarre, Centros de estudios del Somontano y Turiasonense (de la IFC), Asociación para el Patrimonio Tecnológico e Industrial de Aragón, y la mayoría de agrupaciones de la zona. Además, a título personal, han suscrito el manifiesto el director del Museo de las Cuevas de Altamira, José Antonio Lasheras; la subdirectora del mismo, Pilar Fatás Monforte, el director del Museo de Teruel, Jaime Vicente, o Maite Nieto, de Unesco-Aragón, entre otros.