BUENA VOLUNTAD. Soy una vecina de Zaragoza que por un accidente de tráfico va en silla de ruedas desde hace unos diez años. Por aquel entonces, me costó bastante adaptarme a la silla y moverme con ella por la ciudad. Había innumerables barreras arquitectónicas por toda Zaragoza; calles, plazas, parques... También en muchísimos edificios públicos, en tiendas y diversos locales. Con el tiempo he notado una eliminación notable de esas barreras, sobre todo en las calles, aunque todavía queda mucho por hacer. En bastantes pasos de cebra ahora hay rampas, lo que es de agradecer. Sin embargo, pese a la buena voluntad de quienes lo han llevado a la práctica me gustaría darles un consejo, porque buena parte de esas rampas están mal hechas. Y es que dejan un hueco entre el asfalto y la acera. Eso es un tropiezo para nosotros, porque las ruedas de la silla se quedan atascadas y nos cuesta bastante salir. Pienso que esto no sólo afecta a personas como yo, que vamos en silla de ruedas. Es a su vez un problema para aquéllos que van con silletas, por ejemplo. Desearía que esto se tuviera en cuenta para futuras obras. PILAR FACUNDO. ZARAGOZA

TRABAJOS DIGNOS. Me gustaría mostrar mi máximo acuerdo con un vecino que escribió hace unas semanas en esta sección a favor de los buzoneadores. Se quejaba del mal trato que éstos sufrían por parte de algunas personas y subrayaba que, en estos momentos en el que el paro abunda en todas partes, es una manera tan digna como otras de ganarse la vida. Yo soy buzoneador desde hace unos meses y he sufrido en mi propia carne bastantes desprecios. Ya no es sólo que no te abran la puerta del portal, cosa que hasta cierto punto entiendo, sobre todo tratándose de personas mayores. Sin embargo, no tenemos por qué aguantar malas contestaciones, ni sermones de que no dejemos basura en el buzón. Mi cometido es depositar publicidad en los buzones, al fin y al cabo, dejar información a domicilio, aunque soy consciente de que muchas veces esa información no sirve para nada. Quien no quiera, que no la lea. Sólo pido respeto. CARLOS GARCIA. ZARAGOZA