La muerte de Pascual Gil ha provocado una fuerte conmoción en el municipio zaragozano de Alhama de Aragón, que se despertó ayer sobrecogido. El suceso trastocó la rutina dominical de un pueblo normalmente tranquilo, pero que en los últimos meses ha registrado un aumento de la actividad delictiva. Hace unos dos meses fueron detenidos tres inmigrantes rumanos como presuntos autores de delitos de robo. Este incremento de la delincuencia también se ha constatado últimamente en toda la comarca zaragozana de Calatayud.