El agricultor asesinado el pasado sábado en su casa de Alhama de Aragón fue brutalmente golpeado en el cráneo y en cara por su agresor. Fuentes de la Delegación del Gobierno confirmaron ayer una vez realizada la autopsia al cadáver que Pascual Gil Cantería, de 66 años, fue golpeado de forma deliberada y repetida con un objeto contundente, lo que le causó la muerte.

Como informó este periódico, la víctima fue hallada por su hermana y su cuñado el sábado por la noche en medio de un charco de sangre junto a la cama de su habitación.

El hallazgo se produjo poco antes de las 8 de la tarde cuando sus familiares entraron en su domicilio situado en la calle Espesurilla 19, después de que encontraran forzada la cerradura de la puerta y no obtuvieran respuesta a sus llamadas.

El estudio forense, que se ha llevado a cabo en el Instituto Aragonés de Medicina Legal desde la noche del mismo sábado hasta ayer por la mañana, ha concluido que Pascual Gil presentaba traumatismo craneoencefálico con rotura de cráneo y huesos faciales a causa de fuertes golpes, que no se realizaron con arma blanca pero sí de forma contundente, algo que descarta por completo que pudieran se provocadas de forma accidental.

Los restos mortales de la víctima fueron trasladados ayer hasta el Tanatorio de San Antonio, en Calatayud, donde llegaron recibido a las tres de la tarde. Los familiares del fallecido no pudieron ocultar la fuerte impresión de contemplar su rostro desfigurado. "No parece él, tiene toda la cara hinchada y el cráneo hundido", exclamó tras verlo uno de ellos en medio de insultos hacia los agresores. Sus dos hermanos, que residen en Barcelona --ambos bomberos--, pese a las advertencias de los demás familiares que ya habían contemplado al fallecido quisieron ver por última vez a su hermano y salieron con una expresión de asombro.

La misa funeral tuvo lugar en la iglesia de Alhama de Aragón a las siete de la tarde, donde se reunieron alrededor de 200 personas que acompañaron a continuación al coche fúnebre hasta el cementerio de esta misma localidad donde su cuerpo recibió sepultura.

INVESTIGACION Tras confirmar que la muerte no se produjo de forma accidental, el caso ha pasado a manos del Juzgado de Instrucción número uno de Calatayud y el juez que lo instruye ha decretado el secreto de sumario. Se han buscado huellas y muestras en la habitación donde fue encontrado el fallecido --que al parecer fue la escena del crimen ya que según fuentes próximas al caso la sangre se encontraba incluso en las paredes--. La Guardia Civil continúa con las investigaciones y ha comenzado a tomar declaración a conocidos del fallecido.

Los vecinos siguen especulando con distintas versiones vinculadas al nuevo círculo de relaciones que había establecido Pascual Gil en los últimos meses. Si bien nadie ha aportado datos concretos sobre el crimen, diversos conocidos consideran que la muerte de éste pudo tener como móvil un ajuste de cuentas.

Según las fuentes citadas, el fallecido podría haber tenido algún desencuentro con alguna joven que reside en la localidad, incluso algunos vecinos aseguran haberlo visto entrar en el piso que alguna de ellas tenía alquilada.

Otra versión, sin embargo, hace hincapié en la posibilidad de que el asesinato no fuera sino la consecuencia de un robo frustrado, ya que pese a que Pascual Gil no vivía de una forma ostentosa, algunos conocidos le habían oído alardear de que poseía mucho dinero.