El teléfono del lector

INEFICACIAS DE RENFE. Soy una vecina de Zaragoza que escribo para denunciar la falta de coordinación de Renfe. La semana pasada llamé para realizar una reserva. A la chica que me atendió le insistí varias veces para que me repitiera qué plazo tenía para recoger el billete. Así que el viernes fui a por él y, casualidad, la reserva se había anulado. Ya no había más plazas libres y la única posibilidad que me quedaba era ir a la Oficina de Atención al Cliente. El señor que me atendió me repitió numerosas veces que no había nada que hacer. Pero insistí y al final me hizo un hueco en la cafetería del tren. Este partía a las 2.30 horas de la madrugada, aunque llegó con diez minutos de retraso. Fui directa a la cafetería, pero llegó el revisor. Al ver el billete, su cara se transformó: "Si este tren no tiene cafetería. No sé dónde va a viajar usted". Recorrimos los vagones mil veces en busca de un hueco. Los había en el vagón oficial, donde va el personal de Renfe, que en ese caso sólo era una persona en un compartimento de seis asientos. Pero yo no podía ir allí. Al final, el revisor me encontró un sitio libre, que según las oficinas de Renfe no existía. Eran las 6 de la madrugada. Hasta las 7.30 el tren no llegaba a mi destino. En esa hora y media me quedé dormida. De repente, sobresaltada, abrí los ojos. Lo que veía desde la ventanilla me era familiar. Pero nadie había avisado. Por suerte llegué, pero lo hice desquiciada. ADELA PEREZ. ZARAGOZA