La pretensión del Gobierno central de despachar las miles de alegaciones al Plan Hidrológico Nacional (PHN) antes de octubre provocó ayer las críticas de los distintos grupos políticos en Aragón, que lamentaron la "actitud prepotente" de la Ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez.

Tanto CHA, como PSOE e IU criticaron las palabras de la ministra, que aseguró que su departamento tiene capacidad suficiente para emitir a primeros de octubre todo el trabajo para la confección de la declaración de impacto medioambiental.

La posición más crítica, encabezada por CHA, calificó de "impresentables" las declaraciones de la ministra. El secretario general del grupo, José Antonio Acero, destacó la "vergüenza ajena que produce que el Gobierno de Aznar vea como un mero trámite más el estudio de impacto medioambiental de la obra con mayor repercusión en el medio ambiente de toda la democracia española".

Igualmente, lamentó que Elvira Rodríguez haya adoptado esta decisión incluso antes de conocer las más de 35.000 alegaciones que se van a presentar. Según explicó Acero, debería esperar para ver cuáles son sus contenidos, "aunque sólo fuera por cuestión de formas y procedimiento administrativo". "Quizás alguna de ellas es de tal calado que obliga a una variación de los trabajos realizados o a replantear alguno de los contenidos", añadió Acero.

Según el representante de CHA, después de la marcha del anterior ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, no se ha detectado ningún cambio en la política del Gobierno, que continúa con la misma tónica de "prepotencia, incapacidad de diálogo y nula atención a la comunidad científica".

Finalmente, Chunta añadió que el PSOE debería, por su parte, mantener una posición más coherente, en referencia a las diferentes posturas que mantiene de apoyo o rechazo al PHN dependiendo de cómo afecte el trasvase a la comunidad en la que preside. "Sin una oposición fuerte y clara contra el PHN, nos podemos encontrar en Europa en debilidad manifiesta para impedir la financiación al trasvase", explicó Acero.

LA REACCION DE LA DGA El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné, recibió ayer las más de 1.600 firmas de apoyo a las seis alegaciones de UGT contra el estudio de impacto mediambiental y el trazado del trasvase del Ebro.

Tras el acto, Boné criticó la postura del Gobierno central adoptada tras las declaraciones de la ministra Elvira Rodríguez, que calificó de "prepotentes y de auténtico desprecio al diálogo". Con todo, anunció que se trata de una batalla que probablemente tenga más oportunidades de ganar "quien menos hable".

Según destacó el edil, a pesar de todo, el Ejecutivo aragonés no escatimará esfuerzos en la lucha por los intereses de la comunidad. "Si los aragoneses se unen en la oposición al trasvase del Ebro, éste no llegará a completarse nunca", explicó Boné.

El consejero de Medio Ambiente también lamentó el escaso nivel de detalle que ofrece el proyecto para su salida a información pública, proceso contra el que la DGA ha presentado un requerimiento para que Medio Ambiente proceda a su anulación. "Ni siquiera puede calificarse de proyecto o anteproyecto", añadió Boné.

Por lo que respecta a IU, su coordinador general, Adolfo Barrena, calificó el PHN de "elemento electoralista" y añadió que las declaraciones de la ministra persiguen llegar al 2004 de tal manera que el Gobierno central pueda asegurar que no ha habido trabas en el proceso.

Barrena acusó al Ministerio de Medio Ambiente de ser "poco serio", ya que, según explicó el coordinador del grupo, "las alegaciones presentadas tienen el suficiente calado como para hacer un nuevo estudio del impacto del trasvase".

El representante de IU no se sorprendió, sin embargo, de las palabras de Elvira Rodríguez. "Este gobierno ya nos tiene acostumbrados a ver cómo se usa el agua como arma electoral, por lo que esto nos ha parecido normal", explicó Barrena.