Agentes del Cuerpo Nacional de Policía en colaboración con la Brigada Provincial de Extranjería de Zaragoza y Valencia han desarticulado una organización delictiva integrada por individuos franceses y españoles que se dedicaban al tráfico ilegal de mujeres procedentes del este de Europa (Rusia, Ucrania, Rumanía y otros países). La operación policial en la que se ha desarticulado esta organización se ha saldado con 17 personas detenidas. La denuncia que dio lugar a la investigación policial fue interpuesta en Zaragoza por una de las mujeres obligadas a prostituirse.

Los proxenetas captaban a las mujeres con la promesa de darles un trabajo de hostelería u otro del sector servicios en España. Luego contactaban con otros miembros del grupo que trasladaban a las mujeres hasta nuestro país. Una vez aquí, las mujeres eran desposeídas de sus pasaportes, por lo que, sin conocer el idioma y privadas de identificación, dependían absolutamente de sus proxenetas.

Sus explotadores utilizaban todo tipo de coacciones y amenazas sobre ellas y sus familiares para obligarlas a ejercer la prostitución en contra de su voluntad, llegando incluso a la agresión física, en un chalet situado en la localidad valenciana de La Pobla de Vallbona y en diferentes locales de alterne. En el control ejercido sobre las mujeres, llegaron a suministrarles sustancias por vía intravenosa para mantenerles adormecidas y a disposición del grupo. Las jóvenes eran encerradas con llave en sus habitaciones y sólo podían hablar telefónicamente con sus familiares una vez al mes, y en presencia de sus explotadores que ejercían una disciplina estricta sobre ellas.

AGRESIONES FISICAS Además, la explotación sexual llegaba al punto de ser obligadas a mantener relaciones sexuales con más de quince clientes en una sola jornada. Según manifestaron algunas de las mujeres en sus declaraciones a la policía, si los clientes lo requerían los proxenetas las obligaban a practicar todo tipo de perversiones sexuales, incluidas las agresiones físicas.

Los principales responsables de la organización son dos individuos de nacionalidad francesa, M. P. M. K. y M. T., ambos de 49 años, este último cónyuge del anterior, y un español, R. S. N, de 42 años.

Los tres fueron detenidos por delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (tráfico ilegal de personas con destino a España) y delitos relativos a la prostitución. Los otros 14 miembros de la organización han sido detenidos por infracción de la legislación de extranjería.