Apenas un día después del atraco cometido en una peletería de Alagón, la Guardia Civil ha detenido al presunto autor del asalto, en el que resultó herido de un disparo el propietario del establecimiento, Gerardo Chueca. El detenido sería la persona que entró al taller, se tapó la cara con una media y disparó al dueño del establecimiento.

Según ha podido saber este diario, el joven es un delincuente de la zona, con antecedentes, y que podría estar relacionado con otros hechos similares ocurridos recientemente. Aunque no ha podido ser confirmado oficialmente, los agentes de la Policía Judicial encargados de la investigación podrían haber realizado ya varios registros domiciliarios, en los que se habrían hallado, entre otros efectos, la cazadora, y la media con la que se cubría el rostro en el momento de perpetrar el asalto.

En el atraco participaron, según algunos testigos presenciales, otros dos hombres que permanecían a la espera en el interior de un Opel Corsa de color blanco, de los que se desconoce si han sido ya identificados.

Los hechos se produjeron en la tarde del sábado, cuando ya no había clientes en el interior del taller de peletería. Un joven, vestido con cazadora de color rojo y una gorra, entró al establecimiento, se cubrió la cara con una media y sacó un arma para intimidar a la esposa del herido, Asun Ramón. "Al ponerse la media se me hizo la tienda pequeñísima y empecé a gritar "qué quiere, qué quiere" . Le costó sacar el arma, que parecía una pistola de juguete, del anorak que llevaba", explicó Ramón el pasado domingo.

Fue entonces cuando su marido apareció y, tras forcejear con el ladrón, resultó herido en el muslo, de donde los médicos del hospital Clínico le extrajeron seis balines y restos del cartucho casero que utilizaron como munición. "Sólo recuerdo que hablaba normal y tenía la piel fina y blanca", detalló Chueca.

BOTIN Según su relato de los hechos, el joven "ni se inmutó" tras dispararle y empezó a zarandear la máquina registradora exigiendo el dinero. Tras obtenerlo, apuntó a la esposa para exigir que apretara el botón de apertura de la puerta: "Gritaba que quería más dinero, pero el sábado pagó mucha gente con tarjeta". Mientras huía de la peletería, el ladrón perdió algunos billetes y la gorra.

Chueca, que no se movió del sitio tras el disparo, empezó a ponerse "blanco" y acabó tumbado en el suelo, sobre una sábana. Los balines que le extrajeron tan sólo desgarraron su muslo.

Posteriormente, su esposa le colocó una manta de piel porque el herido no paraba de tiritar mientras esperaba la llegada de la UCI móvil que le trasladó al hospital. "Soy cazador y no sé muy bien con qué me disparó. La munición era artesanal porque los balines eran plomadas que se emplean para pescar", explicó.

El peletero, que fue operado en el hospital Clínico para extraerle los proyectiles, se encuentra todavía ingresado aunque su evolución es favorable.