LA CASA PERFECTA DE TELEFONICA. Me ha hecho muchísima gracia una noticia reciente de que la compañía Telefónica nos va a ofrecer la casa perfecta a través de distintos servicios. Pero parece que a la localidad de Barbastro, en Huesca, no nos va a llegar ni una migaja. Hace más de una semana que en mi bloque, varios vecinos estamos sin teléfono debido a un corte de cables. Telefónica, ante esta situación, nos da largas y más largas cuando el problema tiene fácil solución. Bastaría con juntar dos cables con cinta aislante. Me parece que no es tan difícil arreglar esta situación, pero se me olvidaba, Telefónica está ocupada pensando en acondicionarnos la casa perfecta. F. S. BARBASTRO

CONTINUA LA DESIDIA EN LA AVENIDA NAVARRA. Los vecinos de la avenida Navarra denunciamos hace unas semanas el estado en el que se encontraba un bloque de hormigón abandonado, situado frente a la estación ferroviaria de Delicias. Este edificio de una planta se había convertido en el lugar de reunión de distintas personas que traficaban con drogas, consumían alcohol, organizaban fiestas de madrugada y otros la habían habilitado como vivienda, con las consiguientes molestias para los vecinos. Además, el recinto estaba lleno de suciedad de todo tipo, entre bolsas de basura, cristales, envases diversos... Y nuestros hijos pasan a diario por allí para ir al colegio, cuando había también alambres sueltos que sobresalían hasta las aceras de la calle. Después de reiteradas quejas por parte de los vecinos del barrio, el Ayuntamiento de Zaragoza por fin se decidió a tomar las medidas oportunas. Así, desalojaron a los inquilinos y tapiaron la única ventana que había para evitar que más personas accedieran al interior del recinto y vallaron la entrada principal del edificio. Sin embargo, los vecinos solicitamos al propietario que de una vez por todas cierre el acceso al garaje porque por ahí siguen entrando personas. Convendría también que lo vallaran adecuadamente y a poder ser que lo limpiaran porque es habitual ver algunas ratas en las inmediaciones. AURELIO MIGUEL. ZARAGOZA