Más de mil niños tienen que cruzar a diario por las pasarelas de la avenida de los Pirineos, una vía urbana por la que los conductores circulan como si se tratara de un enlace rápido, ya que comunica con la autovía de Huesca. La Asociación de vecinos del Picarral solicitó al Ayuntamiento de Zaragoza en diciembre del año pasado la instalación de semáforos en los pasos de cebra para evitar peligros. Casi un año después, siguen esperando.

Según explicó el presidente de la asociación, José Antonio Martínez, desde el Picarral demandan la colocación de semáforos en las entradas y salidas de las pasarelas, es decir, en las calles Carlos Marx y Che Guevara, porque los pasos de cebra no se respetan y cada vez hay más circulación en una zona que es muy transitada por estudiantes de colegios como Maristas, Sagrado Corazón o San Valero, y donde ya ha habido numerosas colisiones y atropellos, algunos con muertos.

"No hay elementos que adviertan a los conductores de que no circulan en una autovía", afirmó Martínez. De hecho, sólo existen dos señales: una para advertir de que hay un paso de peatones y otra para informar a los conductores de la presencia de aquéllos. "Aunque vean la señal, no les da tiempo a parar", señaló.

PELEANDO POR LAS VALLAS La necesidad de los semáforos ya la manifestaron los vecinos el año pasado, cuando se colocó una valla en la mediana de la avenida de los Pirineos. Martínez recordó que, en su momento, pese a que ya estaban las pasarelas, para cruzar la vía los peatones atravesaban la avenida a "la brava". La asociación tuvo que pelear cinco años, desde 1997, para que el Ministerio de Fomento instalara esa vaya de más de mil metros. Desde ese momento las pasarelas se convirtieron en la única forma de cruzar la vía.

Es en ese momento cuando se hace más patente la necesidad de los semáforos. "Con que los colocaran en las salidas de las pasarelas se solucionaría todo", aseguró Martínez, quien resaltó el peligro añadido que supone la llegada del invierno. "Ahora con la niebla no se va a ver nada". Además, el presidente de la asociación denunció la dejadez por parte de las autoridades, ya que al cruzar los pasos de cebra tanto en la calle Carlos Marx como en la de Che Guevara, los peatones no pisan una acera, sino tierra.

Una vez más, la asociación del Picarral se queja de la negligencia del consistorio zaragozano ante los peligros que cada día se viven en la avenida de los Pirineos. "No sé a que esperan, quizá a que haya otro muerto...", apuntó Martínez.