Ni la espesa niebla que cubría ayer el municipio de Villanueva de Sijena era capaz de ocultar la tensión que existe en esta localidad ante el enfrentamiento entre el ayuntamiento y la orden religiosa de las Hermanas de Belén, actuales arrendatarias del Monasterio de Sijena.

El último episodio de este conflicto tiene su origen en la instalación, por parte de las monjas, de una veintena de caravanas en unos terrenos ubicados dentro del perímetro de protección del monasterio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Según indicó hace unos días el portavoz de la congregación de las Hermanas de Belén, Francisco Beltrán, las monjas tuvieron que instalar las caravanas porque no tienen suficiente espacio en el monasterio para albergar a todas las hermanas, después de que hace un año se paralizaran las obras para levantar dos nuevos edificios para dependencias.

De esta forma, las caravanas se usan para albergar a las visitas o como "celdas de soledad", dependencias donde las Hermanas de Belén leen, oran y trabajan durante 20 horas al día totalmente aisladas, según el estilo de vida de su orden.

5.200 METROS Sin embargo, el alcalde de Villanueva de Sijena, Alfonso Salillas, no entiende cómo teniendo un monasterio del siglo XII y que ya está habilitado para albergar presencia religiosa, las monjas quieren "imponer al municipio" la construcción de más edificios. "Serían tan grandes que ocuparían unos 5.200 metros cuadrados y darían cabida a unos 200 hermanos", añadió.

Mientras el ayuntamiento y la orden religiosa siguen con su rifirrafe, la DGA ya se ha pronunciado sobre el problema y ha declarado "ilegales" las obras realizadas en el entorno del monasterio al carecer de la preceptiva autorización de la comisión provincial de Patrimonio. Sin embargo, según fuentes del departamento de cultura, el gobierno trabaja en la elaboración un informe que dictamine si con la instalación de esta veintena de caravanas se puede causa alguna "afección al monumento declarado como BIC o a su entorno".

Pero esta no es la única polémica que envuelve al emblemático Monasterio de Santa María Reina en Sijena. No hay que olvidar que este conjunto religioso es uno de los edificios más representativos del arte románico aragonés y que tras sufrir incendios, robos y saqueos, parte de su patrimonio artístico terminó en poder de Cataluña y a día de hoy el Gobierno de Aragón aún está pendiente de su devolución.