Alrededor de 9.600 personas han recibido un trasplante de hígado en España desde que la técnica se empezó a aplicar en el país en 1988. A un centenar de ellas se les implantó una porción de la víscera de algún familiar próximo, casi siempre un hijo o hija que accedieron a perder temporalmente una parte de su órgano, que más tarde se regeneró de forma espontánea. Aunque esta cifra de trasplantes es muy elevada, unas 580 personas esperan en la actualidad en los hospitales españoles que surja un donante de hígado que sea compatible.Estos enfermos, siempre graves, permanecen hasta 18 meses esperando el órgano. Un 10% de ellos fallece antes de que se localice el hígado que les hubiera salvado la vida, según informaron los organizadores del primer Congreso Nacional de Trasplantados Hepáticos, que concluyó ayer en Barcelona.España es en la actualidad el país del mundo con mayor índice de donantes de órganos: 34 por cada millón de españoles son donantes. En el 2002, esa cifra se tradujo en 1.409 donaciones, que generaron otros tantos trasplantes de distintos órganos. En el caso del hígado, los niños tienen prioridad, seguidos de los adultos que sufren hepatitis fulminantes que, en pocos días, ponen en peligro la vida.Para muchos enfermos del hígado, el trasplante es el único modo de sobrevivir, explicó Antonio Bernal, coordinador del congreso. Las enfermedades hepáticas crónicas deterioran todo el cuerpo y, si no se realiza el trasplante, llegan a alterar otros órganos vitales.Recibir un hígado trasplantado supone un cambio radical en la vida, explicó Eva Pérez, presidenta de la Asociación de Trasplantados Hepáticos de Sevilla. Tras someterse al trasplante, Eva quedó embarazada. En el cuarto mes de gestación sufrió un rechazo al órgano ajeno, lo que puso en peligro su vida. No toleraba ningún medicamento y su función hepática quedó muy mermada. Cuando ya quedaban pocas esperanzas, su hígado recuperó espontáneamente la actividad. Después del parto se comprobó que el hígado de Eva se había reactivado gracias al apoyo que recibió del hígado de su hijo.