Más de cien personas viven actualmente en el asentamiento chabolista del entorno zaragozano del Príncipe Felipe. Casi el doble de las que habitaban allí hace diez meses. Aunque el carácter itinerante de este tipo de población impide obtener datos exactos, fuentes del departamento de Acción Social del Gobierno de Aragón reconocen que la situación se ha desbordado.

En opinión de los técnicos, la avalancha de transeúntes se ha producido motivada por un efecto llamada. "Los itinerantes saben que existe desde hace años este asentamiento con agua y luz, así que acuden desde distintos puntos de la península para acampar y pasar semanas, meses o incluso años", explica Miguel Angel Morell, coordinador del Plan de Erradicación del Chabolismo suscrito hace un año por el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza, Cáritas y la Asociación de Promoción Gitana.

La fórmula ideada por estas instituciones para acabar con este enclave que ya ha despertado el recelo de los vecinos del entorno, es la construcción de una zona específica de acampada para itinerantes. "En este espacio se podrá atender a las familias que actualmente se encuentran en el Príncipe Felipe y, además, distinguir entre las que tienen arraigo en Zaragoza (y pueden pasar por tanto a viviendas en altura) y las de carácter transeúnte", precisó Morell.

Pese a la avalancha de itinerantes de los últimos meses, el área de Acción Social del Ayuntamiento de Zaragoza todavía no se ha sentado en la mesa para determinar el emplazamiento de este cámping y concretar su instalación. Según reconocieron fuentes de este departamento, tampoco se ha avanzado aún en la creación de una ordenanza municipal que disuada a los transeúntes de acampar sin control en cualquier sitio de la ciudad.

Actualmente, cuando se invade una zona privada tienen que ser los propietarios quienes interpongan una denuncia para echar a los ocupantes. Con la nueva normativa, la Policía Local podría intervenir para desviar a los chabolistas hacia la zona de acampada y evitar que se formen enclaves como el del Príncipe Felipe.

TERCER PASO La creación de la zona de acampada es el tercero de los puntos contemplados en el Plan de Erradicación del Chabolismo. Gracias a los dos primeros, ya se ha realojado a cinco familias en viviendas en altura y otras 26 han sido reubicadas temporalmente en módulos prefabricados para trabajar en su inserción social y laboral.

"Aunque se ha desbordado la situación en el Príncipe Felipe se mantiene un contacto directo con las familias y la valoración global es positiva. En menos de un año se han eliminado los dos núcleos chabolistas del Río Gállego y el Camino del Pilón, cuando el plan está diseñado para ejecutarse en cinco", apuntó Morell.

El coordinador recordó que aunque en estos momentos se ha puesto el acento en la dotación de viviendas, lo importante es la integración laboral de estas personas, la mayoría de etnia gitana. "Es preciso crear itinerarios de formación que les permitan después acceder a un trabajo con el que poder mantener la vivienda porque el piso no se lo regala el ayuntamiento, sólo lo disfrutan en régimen de alquiler proporcional a sus ingresos", precisó.