Los técnicos de Medio Ambiente del Gobierno aragonés estudian las consecuencias exactas de la contaminación de las aguas subterráneas de parte del polígono industrial de Malpica y de La Puebla de Alfindén, detectadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Se trata de una mancha de cuatro kilómetros de longitud, impregnada de percloroetileno, cuyo foco podría proceder de una lavandería industrial ubicada en el lugar entre 1976 y 1985.

Las investigaciones van dirigidas a conocer con exactitud la profundidad y composición de los suelos contaminados, así como las causas que han provocado que sea ahora cuando se haya originado esta situación. Una vez se obtengan los resultados, se optará por una solución, que podría pasar por el sellado o el vaciado previo de la tierra. Los gastos correrán a cargo de la empresa causante del problema.

TOXICO No obstante, tanto la CHE como la DGA han asegurado que el foco está completamente localizado y controlado. Y que no ha existido ningún peligro para la salud, ya que no existían tomas de agua de boca. Los trabajos se han centrado sobre 32 empresas del polígono industrial, aunque son 25 las asentadas sobre el acuífero contaminado.

El percloroetileno es un producto muy utilizado en los servicios de limpieza en seco. Aunque los riesgos para la salud sólo se producen por manipulación directa, no es biodegradable y sí muy persistente y tóxico. También se utiliza como disolvente y desengrasante de metales.