La Guardia Civil identificó ayer a los tres presuntos delincuentes comunes que perdieron la vida el miércoles cuando su vehículo, que circulaba en contradirección, se estrelló contra un camión en la autopista AP-2, cerca de Fraga. Entre el amasijo de hierros en que quedó convertido el coche, los investigadores encontraron siete teléfonos móviles y numerosos discos compactos, material que será analizado por si aporta más datos sobre las víctimas.

Los fallecidos son el conductor del vehículo, Salim M., de 31 años, con domicilio en Hospitalet (Barcelona) y de nacionalidad argelina, Joyce R. R., de 22 años, nacida en Portugal, y D. V. B., de 28 años, con domicilio en Castelldefels (Barcelona). Este último fue identificado a última hora, cuando unos familiares se presentaron en el puesto de la Benemérita y poco después reconocieron sus restos en el depósito de cadáveres de la localidad oscense.

La policía judicial de la Guardia Civil de Navarra se ha interesado por la identidad de los fallecidos porque, al parecer, la ciudadana portuguesa podría ser la autora de una serie de robos al descuido en el interior de vehículos estacionados en diferentes áreas de descanso de las autopistas de la comunidad foral.

LIBERTAD PROVISIONAL Además, la Guardia Civil localizó en el interior del vehículo siniestrado, un Opel Vectra , un permiso de conducir a nombre de un ciudadano español, según informa la Subdelegación del Gobierno en Huesca. El cotejo de las huellas dactilares determinará si este documento corresponde a alguno de los fallecidos.

Durante la inspección ocular realizada entre el amasijo de hierros, la Guardia Civil halló asimismo un auto de un juzgado de instrucción de Bilbao por el que se decreta la libertad provisional de un ciudadano español que debía presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

El accidente se produjo sobre las cinco de la tarde del miércoles, después de que el Opel, que huía de una patrulla de la Guardia Civil, recorriera 58 kilómetros en contradirección por la autopista AP-2, primero en dirección a Zaragoza y posteriormente en sentido Barcelona. Antes de producirse la colisión en el kilómetro 107, numerosos vehículos tuvieron que esquivar el coche de los fugitivos.