Un felino de gran envergadura anda suelto por la ribera del Manubles. La paridera del pastor Jesús Gallardo, vecino de Villalengua, ha recibido varios ataques durante este mes --el último en la madrugada de ayer--, y unos veinticinco corderos han sido decapitados. La hipótesis de que el animal salvaje sea una pantera ha sembrado la alarma en la zona.

Pero esta posibilidad no es sólo un rumor, los análisis realizados hasta el momento por el departamento de Medio Ambiente de la DGA revelan que se trata casi con toda probabilidad de un gran felino. El estado en el que han sido hallados los corderos, sin resto de sus cabezas, y las huellas encontradas coinciden con las de un felino de "un tamaño considerable", según los expertos consultados.

Fuentes de la DGA explican que no hay constancia de que ningún animal de estas características habite en la ribera del Manubles, por lo que se investiga a particulares y empresas que tuvieran grandes felinos --circos o tiendas de animales--, que los pudieran haber abandonado o de donde pudieran haberse escapado. Aunque de momento no existe ninguna denuncia en este sentido.

El gran felino

Fuentes de la DGA cercanas a la investigación explicaron que pese a que lo lógico --por los casos precendentes en Aragón-- es pensar en animales asilvestrados, en este caso se han hallado indicios diferentes. "Por las huellas encontradas, consideramos que se trata de un animal que ha tenido que estar anteriormente en cautividad, por lo que no teme acercarse a zonas urbanizadas".

Los acontecimientos han sembrado cierta preocupación entre los técnicos de la DGA, ya que se trata de un caso muy delicado que puede crear cierta alarma, pero a su vez complejo. "En esa zona no hay ni linces, ni panteras, ni gatos monteses", explican desde Medio Ambiente. De hecho, si las medidas adoptadas hasta el momento no dan resultado, se tomarán "otras más drásticas" en los próximos días.